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El cine se levanta en armas

Perplejidad, indignación y preocupación en un sector ya afectado gravemente por la crisis "Con esta subida, cerrará el 70% de las salas", dice el presidente de los exhibidores "Supone el entierro del cine en España", asegura el responsable de los productores

Una sala de cine de Málaga vacía, durante la proyección de la película 'Flamenco'.
Una sala de cine de Málaga vacía, durante la proyección de la película 'Flamenco'.JULIÁN ROJAS

El cine se levanta en armas ante la decisión del Gobierno de aumentar el IVA del precio de las entradas del 8% al 21%, un incremento que ha pillado por sorpresa a la industria cinematográfica, que ya arrastra una crisis muy profunda, añadida a la general, y con un futuro más que complicado. La indignación ha corrido como la pólvora, y media hora después del anuncio de Cristóbal Montoro, el ministro de Hacienda, se hablaba de “guerra total” y de “sacar los cañones a la calle”. Si el anuncio anterior de subida de dos puntos -de 8% al 10%- en el IVA aplicable a las entradas de cine había generado una honda preocupación, la decisión de esta tarde ha sumido al sector en un pozo del que será difícil salir. El presidente de la FAPAE, Pedro Pérez, organismo que ayer había aprobado la petición de solicitar a los exhibidores y distribuidores que esa subida de dos puntos fuera asumida por el sector para no afectar al consumidor, se ha quedado de piedra. Sin salir de su asombro y con una indignación total, Pérez ha mostrado su gran preocupación como ciudadano por “tener un presidente del Gobierno sin palabra”: “Su anuncio de hace 48 horas ha sido desautorizado por el ministro de Hacienda, puesto que con el cambio se ha multiplicado por tres el impuesto. La medida que ha aprobado el Gobierno supone el entierro del cine en España. Sus razones tendrá el señor Montoro”, finalizó el presidente de los productores. Fuentes del sector aseguran que ni el Secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, ni la directora del ICAA, Susana de la Sierra, conocían esta medida de la que se han enterado a través de la prensa. Incluso ayer mismo estos responsables de Cultura estudiaban la forma de abordar el anunciado incremento del 3%.

La sensación generalizada es que este incremento es un misil en la línea de flotación de una industria -la de la exhibición- ya tocada por una crisis provocada principalmente por la piratería. En ese sentido, Juan Ramón Gómez Fabra, presidente de FECE, la gran asociación de exhibidores de España, ha sido contundente en sus declaraciones a este diario: “Ya era grave la subida previa, pero este salto, del 8% al 21%, supone cerrar el sector. Esta subida es imposible de asumir. Si los precios suben, cerrarán el 70% de las salas al día siguiente, no habrá nadie que vaya al cine”. Gómez Fabra sentencia: “Es un despropósito, esto es un absurdo, no cuadran las cifras. Y además crean desconfianza en la gente, porque pagamos los errores cometidos en la economía financiera, que no es la real, la productiva. Así no se reactiva el consumo. Nos endosan sus problemas. La gente del sector ya habla de sacar los cañones a la calle”. Fabra insiste en que esta medida se realiza en un momento muy delicado en el cine, en el que la asistencia a las salas lleva casi un lustro en descenso, con una pérdida de 40 millones de espectadores, y las medidas contra la piratería incluidas en la llamada ley Sinde-Wert no han podido todavía dar frutos. "Como presidente de los exhibidores, todavía no sé cómo vamos a encarar esta subida ni cómo repercutirá en el espectador", añadió Gómez Fabra.

En el aeropuerto de Bogotá (Colombia), camino de Buenos Aires, Enrique González Macho, presidente de la Academia de Cine, y uno de los hombres más poderosos de la industria en España como productor, distribuidor y exhibidor, vivió con perplejidad el anuncio. "Está absolutamente fuera de lugar. Este sector morirá", ha asegurado el propietario de la cadena Renoir, que solo en los últimos dos meses se ha visto obligado a cerrar cerca de 30 salas del centenar de pantallas que posee en España. Ante la sorpresa provocada por la medida, González Macho tampoco sabía cómo iba a aplicarse este incremento. "Los exhibidores no podemos asumir esta subida, pero tampoco podemos repercutir en los espectadores este posible aumento del precio".

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