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OBITUARIO

Nek Chand, creador de un mundo de fantasía a partir de desechos

Su Rock Garden (Jardín de Rocas) es una de las atracciones turísticas favoritas en Chandigarh, en el norte de la India

Nek Chand, sentado en su Jardín de Rocas en Chandigahr, al norte de la India, en 2001
Nek Chand, sentado en su Jardín de Rocas en Chandigahr, al norte de la India, en 2001Reuters / Stringer

Nek Chand construyó un lugar de ensueño a partir de desechos. El Rock Garden (Jardín de Rocas) es una de las atracciones turísticas favoritas en Chandigarh, en el norte de India. Esta ciudad fue la primera planeada en el país, tras lograr la independencia del Imperio Británico. Su construcción, en los años cincuenta, tenía como objetivo dar esperanza a los indios tras el gran trauma que significó la partición con Pakistán en 1947. El arquitecto modernista Le Corbusier fue el encargado de diseñar Chandigarh, con su impresionante capitolio y sus anchas avenidas arboladas.

Nek Chand había llegado con su familia de Pakistán y consiguió un puesto en el Gobierno como inspector de caminos. Tenía a su cargo un vertedero en el que iban a parar los desechos de la construcción de la ciudad. Fue allí donde empezó a ver formas entre la basura. Recogía cosas que le parecía que podía transformar y las llevaba en su bicicleta a un terreno en las orillas de un bosque, cerca de su casa. Era su pasatiempo crear figuras con restos de cerámica, mosaicos o cables usados.

El artista autodidacta trabajaba hasta hace poco en su taller, un pequeño cuarto en una orilla del jardín donde conservaba fotos de las diferentes etapas que sufrió. La más grave fue cuando en 1974 las autoridades de la ciudad descubrieron las figuras, que estaban en una zona prohibida a cualquier tipo de construcción o asentamiento. Hubo quienes quisieron destruirlas, pero ganaron los amantes del arte que las defendieron. El Gobierno optó por inaugurar con sus obras el jardín como un espacio recreativo. Chand recibió un sueldo y se le asignaron 50 trabajadores a su cargo.

El lugar, de más de ocho hectáreas de extensión, es un mundo de fantasía con grandes desfiladeros, altísimas paredes, pasajes abovedados y oasis de agua reciclada. Las escalas hacen sentir al visitante a veces gigante, a veces enano. En uno de los patios se ve a cientos de campesinos en plena faena; en otro, retoza una manada de toros con largos cuernos. En otro lugar, un ejército de cientos de monos parece mirar fijamente al visitante. Otros personajes son tan fantásticos que de no haber sido materializados se hubieran quedado solo en la imaginación de Chand.

El artista murió el 12 de junio a los 90 años en un hospital de Chandigarh a causa de un paro cardiaco. La ciudad se volcó en un homenaje que se le rindió en su Jardín de Rocas.

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