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Apple e IBM se alían para vender aplicaciones, móviles y tabletas

Crearán más de 100 aplicaciones pensadas para el entorno empresarial

Tim Cook, consejero delegado de Apple, y Virginia Rometti, de IBM.
Tim Cook, consejero delegado de Apple, y Virginia Rometti, de IBM.

La era post-PC da un paso más. IBM, el gigante del mundo empresarial, y Apple, la firma de electrónica de consumo y software más relevante, acaban de cerrar un acuerdo para introducir sus móviles y tabletas en el mundo de los negocios, la última frontera que tenían que atravesar estos aparatos.

Durante una entrevista en NBC, Tim Cook, consejero delegado de Apple, y Virginia Rometti, su homóloga en la blue chip, antiguos enemigos en el mercado de los ordenadores personales para los hogares a finales de los 80 y comienzos de los 90, certificaron su acuerdo para llevar iPhones e iPads a las empresas.

Los aparatos no llegarán solos. Los harán con un centenar de aplicaciones desarrolladas de manera conjunta. Apple se beneficia de la experiencia de IBM en el entorno corporativo. Cook ha destacado su intención de "cumplir con la promesa de la telefonía móvil a lo grande". Mientras que Rometti pone el foco en la seguridad, uno de los motivos de desconfianza hacia el hasta ahora informal mundo táctil. Apple se compromete a dar soporte de hardware, el denominado Apple Care, mientras que IBM insiste en que dará soluciones pensadas en aumentar la productividad de los empleados.

Cuando Steve Jobs presentó el iPad, hace cuatro años, su afirmación sonó exagerada. "Los ordenadores existirán, pero ya no serán para todos, sino para trabajos concretos", dijo. Y añadía una similitud. En su visión de futuro los ordenadores eran el equivalente a los tractores, aptos para una tarea muy específica, pero no para desplazarse. Los móviles y tabletas serían los nuevos coches.

Desde entonces, el mercado de consumo ha pasado a estar liderado por Apple, pero nunca terminaron de verse como aparatos aptos para la productividad, sino enfocados para el consumo de contenidos, navegación y, como mucho, gestión del correo electrónico y agenda. En definitiva, un complemento, pero nunca como la única herramienta de trabajo. Este acuerdo puede ser el acta de defunción del ordenador como se ha utilizado hasta ahora.

Samsung, el segundo en la pelea por hacerse con los móviles y tabletas corporativas, lleva tiempo desarrollando programas que permitan usar un solo aparato para el mundo personal y empresarial. En EE UU cerraron un acuerdo con Lookout con intención de reforzar la encriptación de datos y evitar el acceso a informaciones relevantes de las empresas. Esta alianza los pone en una posición difícil. Contar con el apoyo de IBM le permite a Apple contar con la confianza de los sistemas de soporte técnico de las corporaciones.

Otro damnificado del acuerdo será Microsoft, cuyo consejero delegado, Satya Nadella, publicó una carta la semana pasada presentado su visión para los próximos años. En efecto, su plan es muy similar: no perder de vista al cliente individual, pero conseguir que sus programas, con Office como el gran líder en ofimática, mantenga su papel en el mundo de los negocios. La tableta Surface 3 apunta precisamente a ese nicho, la del directivo acostumbrado al PC que quiere un híbrido ligero de peso. La compra de Nokia aporta a los de Redmond capacidad para desarrollar su propio hardware, pero con una polémica añadida. Se espera que cuando la integración sea total y se den duplicidades en puestos, un tercio de Nokia se quede sin trabajo. 

Blackberry, dominante en el mundo de los negocios, lleva más de dos años sin rumbo, con sucesivos cambios de sistema operativo y directivos, sin conseguir remontar el vuelo. Tras anunciarse el trato sus acciones perdían un 4% en Wall Street.

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