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Samsung pierde fuelle en China e India

Las marcas locales Xiaomi y Micromax superan a la surcoreana tras el lanzamiento de productos más baratos con prestaciones similares

Vitrina en una tienda india de Nueva Delhi con terminales móviles de Micromax y Samsung. [AUTFOTO][AUTFOTO]/ p. vishwanathan (bloomberg)
Vitrina en una tienda india de Nueva Delhi con terminales móviles de Micromax y Samsung. [AUTFOTO][AUTFOTO]/ p. vishwanathan (bloomberg)p. vishwanathan (bloomberg)

No hace ni tres años que Xiaomi se lanzó al competitivo sector de la electrónica con su primer teléfono inteligente. Ya ha conseguido convertirse en el fabricante que más terminales vende en el principal mercado del planeta, en China, donde viven 270 millones de usuarios del sistema Android. Por primera vez, durante el segundo trimestre de este año la marca china superó al coloso coreano Samsung y logró un 14% de cuota de mercado. Entre abril y junio Xiaomi ganó más de tres puntos porcentuales frente a los tres primeros meses de 2014 y aventaja ahora a la multinacional surcoreana en dos, según un estudio de la semana pasada de la empresa de análisis tecnológico Canalys. Malas noticias para el gigante coreano, que también ha visto como perdía posiciones en otro gran mercado asiático, el indio, a manos de otro fabricante local, Micromax.

El salto de la empresa china, que dirige Lei Jun, es especialmente significativo si se comparan los datos con los del año pasado: en el segundo cuarto de 2013 Xiaomi ni siquiera colocó cinco millones de unidades, mientras que este año ha vendido 15 millones en ese mismo período. “La fórmula es muy sencilla: fabricamos teléfonos de gran calidad, que pueden competir incluso con la gama alta de otras marcas, pero los vendemos a menos de la mitad del precio de aquellas”, explica el vicepresidente de Xiaomi para el mercado global, Hugo Barra.

Este salto se explica, en buena parte, por el precio y las prestaciones del fabricante chino. El recién estrenado Mi4, que cuesta unos 240 euros, tiene unas prestaciones muy similares a las del Samsung Galaxy S5, por el que hay que pagar 4.999 yuanes (unos 610). Y los terminales más económicos de la marca china —los de la serie Arroz Rojo— se venden por apenas 100 euros. “Vendemos los aparatos a precio de coste y obtenemos el grueso del beneficio a través del software y de otros productos”, explica Barra.

Samsung ha reaccionado: la nueva versión del Note, que se lanzará el día 12, está equipada con capacidad para redes 4G e incluye un potente procesador por solo 999 yuanes (120 euros).

El auge de Xiaomi, que ya es el quinto fabricante mundial de smartphones y aspira a vender este año 60 millones de unidades (en la primera mitad del año ha colocado 26,1 millones), ha supuesto un duro batacazo para Samsung en China. Además, otras marcas chinas también le pisan los talones incluso en el segundo puesto del ranking de ventas, que ahora comparte con Lenovo y Coolpad. No en vano, la marca que siempre había sido líder indiscutible tiene ahora que conformarse con un 12% del mercado, lo que representa un retroceso de 6,3 puntos con respecto a lo logrado en el primer trimestre del año.

Xiaomi también tiene sus problemas. Hace unos días, un usuario denunció al fabricante chino acusándole de que sus teléfonos envían datos sobre los usuarios de forma automatizada a servidores en China, lo que ha supuesto un sobresalto en el cuartel de la empresa en Pekín.

“Xiaomi está comprometida con la protección de la privacidad de sus usuarios, y no remite, ni remitirá, información de sus clientes sin su consentimiento”, responde la compañía en un comunicado enviado a este periódico. A continuación, explica que las críticas recibidas están provocadas por un malentendido. “Xiaomi tiene su propio servicio de almacenamiento en la nube —MiCloud—, que viene apagado por defecto y que se puede desconectar en cualquier momento. Quien sí lo tenga activado, no obstante, lo hace porque quiere almacenar automáticamente sus fotografías y archivos”.

No es la primera vez que una empresa tecnológica china es acusada de facilitar las labores de espionaje a Pekín. Ya sucedió con Huawei en Estados Unidos, y ahora el Gobierno chino ha pasado a contraatacar acusando a Apple y Microsoft de prácticas indebidas similares que todavía está investigando. “Nosotros respetamos siempre la legalidad vigente en los países en los que operamos”, ratifica Xiaomi. Y, precisamente, es en el último mercado en el que se ha lanzado la empresa china donde Samsung también está teniendo problemas: India.

Allí, la multinacional coreana también ha sido destronada en el último trimestre por un rival local. En este caso es el fabricante indio Micromax, que disfruta en el país hindú de una cuota de mercado del 17%, tres puntos por encima de Samsung. Una vez más, el secreto parece estar en el precio de los aparatos. “Mientras no haya grandes diferencias y Samsung no innove para proporcionar un valor añadido, ¿por qué voy a gastar el doble en lo que una empresa de mi país puede ofrecerme?”, explica por correo electrónico Surbhi Hamesh, usuario en Delhi del Micromax Canvas Fire. De esta forma, el verdadero problema para Samsung puede llegar cuando estas marcas consoliden su incipiente proceso de internacionalización.

De momento, la surcoreana ya siente en el cogote el aliento de las empresas chinas a nivel global. Según IDC, en el segundo trimestre, Samsung perdió un 7% de cuota de mercado en todo el mundo, y la mitad de ese porcentaje fue a parar directamente a Huawei, que se consolida en tercera posición tras Apple con un 6,9% —dos puntos más que el año pasado— y Lenovo, cuyas ventas crecieron un 38,7% y le otorgaron la cuarta posición con un 5,4% del mercado global. La presencia de ambas en mercados internacionales es todavía muy superior a la de Xiaomi, con lo que la erosión del negocio de Samsung podría continuar acentuándose.

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