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Misión: desbancar a Apple. Recompensa: 3.000 millones de dólares

Así es el hombre al que Google ha contratado para liderar un equipo de exempleados de Jobs y tumbar la casa de Cupertino

Tony Fadell, el hombre de los 3.000 millones de dólares
Tony Fadell, el hombre de los 3.000 millones de dólaresThe Times

¿Es un síntoma de sensibilidad extrema que a Tony Fadell le moleste el aspecto anodino del aparato que regula la temperatura de su piscina? Podría ser, pero no tiene por qué ser malo. El director ejecutivo de Nest va a necesitar un sexto sentido y habilidades casi visionarias para el reto que está emprendiendo: desbancar a Apple en rapidez, diseño y bolsa de mercado. Todo en nombre de Google, la compañía que compró su empresa el pasado enero por 3.200 millones de dólares. Unos 2.500 si lo cambiamos a euros.

Para llegar a esta posición ha tenido que distinguirse por su olfato diferente, audaz. La mansión que regenta ahora en Woodside, California (Estados Unidos) es la cima de muchos años de trabajo en garajes de Palo Alto. El mismo tipo de oficina precaria de donde salieron genios como Bill Gates o Steve Jobs, creadores de Microsoft y Apple, respectivamente. Ahora, después de cinco años de selección del terreno y dos de reformas, Fadell puede despotricar, quizás con razón, sobre el aburrido gris del termostato o sobre la carcasa que recubre las cámaras de seguridad.

El equipo ha sufrido lo que algunos definen como googlificación: ropa informal en sus oficinas, comida gratis… Aunque el líder, vegetariano que no consume azúcar ni alcohol, ha vetado los alimentos poco saludables y la oportunidad de tener una habitación para masajes.

Ese carácter puntilloso fue, de hecho, lo que le llevó a montar Nest Labs en 2010. Una compañía dedicada a aparatos domésticos como las alarmas de incendios o unos dispositivos que mantienen el calor del piso en función de los patrones del residente. Antes, en 2006, este estudiante de la Universidad de Michigan sirvió como Vicepresidente de Apple. Es más: se le llegó a considerar “uno de los padres del Ipod” cuando participó en el diseñó de este aparato. Luego hizo lo propio con el Iphone, uno de los emblemas de la multinacional.

“Recuerdo perfectamente ir a Disneyland y quedarme alucinado con la máquina que te servía comida y luego dejaba todo limpio”, rememoraba hace unos días en la publicación Fast Company Design. “¡Me di cuenta más tarde de que ese aparato llevaba utilizándose desde los años cincuenta!”, concluye. Buscó un toque de distinción para los utensilios domésticos a los que no prestamos demasiada atención pero pueden mejorar considerablemente nueva vida cotidiana. Así inventó -junto a Matt Rogers, también compañero en Apple- el termostato que regula la temperatura gracias a una sincronización con el móvil de los hábitos de consumo. O un detector de humo que reconoce el dióxido de carbono casi de forma intuitiva. Les llovieron alabanzas y obtuvieron un gran éxito de ventas. A pesar de ser “objetos no queridos de la casa”, como los llaman ellos.

Con esos dos productos volando de las estanterías y un pasado de promoción prematura en empresas de renombre, Google se marcó un órdago y pagó 3.200 millones de dólares por Nest. La mayor inversión tras la maltrecha adquisición de Motorola Mobility en 2012 por 12.500 millones de dólares (8.700 millones de euros). “Los fundadores de Nest, Tony Fadell y Matt Rogers, han construido un magnifico equipo al que estamos emocionados por darle la bienvenida al equipo Google”, se limitó a decir Larry Page, consejero delegado del buscador de Internet.

Este golpe de efecto no ha hecho más que incrementar el nerviosismo de Fadell, según advierten algunos medios estadounidenses. La vinculación con el gigante cibernético le apremia para trasformar sus diseños inteligentes en lo que será la vivienda del futuro. Nest Lab se convirtió en lo que era gracias más a lo que no hizo que a lo que hizo”, aseguran en Fast Company Design, “porque se caracterizaron por el minimalismo (sello distintivo de Apple) pero también por introducir trucos a favor del ahorro de energía”.

Con este terreno ya abonado, el de la sencillez, ahora Fadell y su socio necesitan adoptar el ADN de Google al flujo sanguíneo de la compañía. “Hay momentos en que Tony da golpes a las mesas y exigiendo la excelencia, pero al mismo tiempo es cariñoso y apasionado por su trabajo. He pasado ratos de estrés, a punto de las lágrimas, en los que él se ha sentado a mi lado y me ha dicho: ‘Vamos a hablar de todo lo que está pasando”, relataba Rogers a Fast Company Design.

“Sigue haciendo lo que estás haciendo, pero todo lo rápido que te sea posible”, aseguran que le dijo a un empleado cuando éste le preguntó por el futuro bajo las sombra de Google. La compra, formalizada el 13 de enero, no se hizo efectiva hasta febrero. Desde entonces, Nest ha sufrido lo que algunos definen como googlificación: ropa informal en sus oficinas, comida gratis… Aunque Fadell –vegetariano que no consume azúcar ni alcohol- vetó los alimentos poco saludables y la oportunidad de tener una habitación para masajes.

En la transacción también se incluyó una plantilla con alrededor de un centenar de extrabajadores de Apple. Aquí pretende tender un puente y no derribarlo, como hizo en la empresa orquestada por Steve Jobs, donde ganó fama de tener la mano floja a la hora de despedir a gente. En junio florecieron los lazos estrechados con Google, y Nest empleó 555 millones de dólares (432 millones de euros) en captar Dropcam, dedicada a la seguridad del hogar. “Para integrarlo en la forma de operar de nuestra compañía, Larry Page y yo tuvimos discusiones muy acaloradas, porque no queríamos que se considerara una fusión Google-Apple”, reconocía el diseñador.

Los próximos movimientos de Nest consisten en mejorar sus dispositivos y en iniciar conversaciones con nuevos posibles socios. Muchos se preguntan por qué no les hacen un hueco más ancho en la compañía para que se encargue del diseño y sistema operativo de los dispositivos de Google, ideados en algunos casos por firmas externas. Más, teniendo en cuenta el fiasco en la relación con Motorola Mobility para expandir su sistema Android, que llegó hasta a retirar un producto –el Nexus Q- después de haberlo anunciado. El pasado junio, de hecho, el periódico Theinformation.com trataba a Fadell de “mano derecha” de Larry Page y adelantaba que Google ya estaba “desmantelando las iniciativas de hardware de Android para dejarle sitio en las operaciones de consumo a Fadell”.

 “Puedo aprender una barbaridad al lado de Larry [Page]. Me hace sentir como un niño entrando en una juguetería. Puede que sea el primero en haber trabajado con [Steve] Jobs y Page”, declaró en una entrevista reciente el emprendedor, de 45 años. “Eso es lo que me empujó a este precipicio. Tengo que seguir creciendo. Soy viejo, pero aún me quedan muchos años por delante. Y no quiero quedarme sentado”, zanjó quien tienen la tarea de desbancar a Apple. La clave, quizás, se esconde tras el escrutinio de los termostatos de la pared.

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