En tonos neutros

Hola! ¿Puedes creerlo? Estás en Vega. Así lo advierte el empresario Kike Sarasola en la web de su cadena Room Mate Hotels, ya establecida en diez ciudades de España y América, con ese estilo desenfadado y medio vacilón que le ha hecho ganar adeptos entre todos los públicos, fans declarados de su marca turística. Vega es la personalización de un hotel de 38 habitaciones frente al mercado central de Salamanca, que, como es sabido, está pegado a la plaza Mayor. Si bien, en este caso, la personalidad a destacar no es cosa de marketing o interiorismo, sino de la plantilla a cargo del servicio, comandada por Ángela Plaza. Ellos son quienes enganchan a la clientela en una instalación bastante anodina, escueta como experiencia y con poco margen para el encanto.

Piedra de Villamayor

El edificio, de corte residencial, acredita gusto, bruñido con ese toque dorado que a media tarde irradia la piedra de Villamayor. Recia, como muchas de las fachadas monumentales en la ciudad. Zalamera, porque esconde una construcción de nueva planta sin que lo parezca. Anexa a la entrada principal figura la cafetería, pequeña y un tanto desasistida, aunque a ciertas horas es frecuentada por la parroquia local, lo que confiere al hotel cierto aspecto mundano. Invita a echar un vistazo, sí.

Lejos de otras decoraciones histriónicas, este Room Mate ofrece al principio la sensación de un albergue juvenil. Algunos elementos gráficos así lo indican, empezando por el cartel que anuncia wifi gratis. La recepción se parece a un andén de estación a punto de que llegue el tren para subir a la habitación. Por el bufé se diría que el comedor de desayunos es un lugar de encuentro para estudiar con amigos. Y la pequeña azotea, un espacio de evasión nocturna hasta el amanecer.

Para jóvenes de ajustada economía son las habitaciones singles, de apenas seis metros cuadrados, orientadas al patio de luces y con una decoración en color burdeos propia de otros Room Mate de gama baja. Las habitaciones dobles normales relajan por sus tonos neutros, aunque el dispensador del baño refuerza su categoría low cost. Más amplias, con balcón a la calle, las denominadas executive, añaden a las anteriores un toque de diseño en el mobiliario y detalles de acogida. Todas ellas adornadas con una fotografía de Salamanca y la manzana verde característica de la cadena.

En comparación con otros Room Mate más rutilantes, como el Grace neoyorquino o el Óscar madrileño, la fama de este Vega salmantino queda circunscrita a la bondad del servicio, gente experta y conocedora de su ciudad. Que no es poco en tiempos de ahorro.

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