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La tecnología introduce nuevas distracciones en el trabajo

Investigadores de EE UU buscan métodos para evitar interrupciones innecesarias en la labor de quienes trabajan con ordenadores

Las distracciones tradicionales en una oficina, como fumarse un cigarrillo o conversar con los compañeros, tienen poco que hacer frente a la variedad de opciones que la tecnología ofrece para apartar a un trabajador de su labor. Correo electrónico, mensajería instantánea, foros, búsquedas, bancos y tiendas online... Es difícil concentrarse frente al ordenador, algo que los investigadores de universidades y compañías de EEUU llevan años intentando solucionar con tecnología para reducir las distracciones.

Ben Bederson, de la Universidad de Maryland, es uno de los expertos dedicados a la construcción de una interfaz capaz de filtrar, en la medida de lo posible, estas distracciones dependiendo de su grado de urgencia. El 'Laboratorio de Interacción entre Humanos y Ordenadores', como se llama el departamento que dirige Bederson, se dedica al diseño de software que evita los "saltos", por así decirlo, de un sitio a otro, para impedir que los ojos y el ratón se vayan de un lado a otro del ordenador.

De entre todas las distracciones, el correo electrónico parece ser el rey de la fiesta. "Va en la naturaleza humana preguntarse si tienes nuevo correo electrónico", señala Alon Halevy, profesor de informática de la Universidad de Washington especializado en estas lides. "Creo que no hay nada tan interesante capaz de desviar la atención", señala. Adam Williams, diseñador gráfico de San Francisco, reconoce que ha de chequear sus varias cuentas de correo electrónico cada minuto. Este chequeo incesante, señala Williams "forma ya parte de mi rutina. No podría trabajar de otra manera". No es el único.

Por eso, investigadores como Halevy o Bederson tratan de diseñar un sistema de correo electrónico inteligente capaz de discernir cuándo hay que avisar al usuario de la llegada de nuevas misivas o si, por el contrario, es mejor almacenarlas silenciosamente. Es un problema delicado, ya que requiere un software capaz de hilar muy fino para identificar las sutilezas del lenguaje. "Faltan décadas para que se resuelva el problema del lenguaje

natural", cree este investigador.

Estados de fluidez

Microsoft, por su parte, tiene en marcha su propio proyecto, llamado Attentional User Interface, que también asigna "etiquetas" a las misivas que llegan al buzón del usuario para almacenar cada correo en su buzón correspondiente. "Podemos detectar cuándo los usuarios están disponibles y cuándo están 'fluyendo'", señaló Eric Horvitz, director del proyecto de Microsoft, en declaraciones al "New York Times".

Este "estado de fluidez" al que alude Horvitz es un término acuñado por Mihaly Csikszentmihalyi, un profesor de psicología de la Universidad Claremont y autor del volumen titulado Flow: The Psychology of Optimal Experience. El libro se centra ni más ni menos que en describir el estado de atención, raro hoy en día, que las personas alcanzan cuando están totalmente inmersas en una actividad. En este estado de fluidez, las personas son menos proclives a los despistes y, por tanto, a prestar atención a las notificaciones de nuevo correo electrónico.

Este psicólogo cree, no obstante, que las distracciones tienen su lugar, ya que ayudan a despejar la mente. El correo electrónico, por ejemplo, puede constituir una manera eficaz de relajarse unos momentos; lo peligroso es que se convierta en un hábito del que ya no se puede prescindir, señala el psicólogo.

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