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Juega con tu hijo

Los especialistas recomiendan a los padres aprender cómo usan los niños los videojuegos

La videoconsola Wii ha conseguido algo revolucionario, ha llevado los videojuegos, por primera vez, al salón de casa. La consola ha salido del reducto del cuarto de los niños y se está ganando la comprensión de una generación que la ha visto hasta ahora como algo incomprensible. Las ventajas son muchas, pero la principal, que los niños ya no juegan tanto solos.

Ben Kuchera, de la web Arstechnica, ha elaborado una extensa lista con consejos para educar a un jugador responsable; la regla básica es sencilla y tan obvia como difícil: juega con tu hijo.

"Si tú no juegas a los videojuegos puede ser intimidador tener a un hijo que sí lo hace. No entiendas cómo funciona, el mando parece complicado y no le encuentras demasiado sentido, pero a la vez, ¿no es una medida demasiado drástica prohibir los videojuegos en tu casa?", afirma Kuchera. El primer consejo está claro: los videojuegos no son algo tan complicado como parece, es un desafío más dentro de lo que supone ser padres.

David Dennos, responsable del grupo Xbox 360, considera que la clave está en prestar atención y desempeñar "un papel activo en el mundo de los juegos de nuestro hijo, y establecer un diálogo abierto con él sobre sus videojuegos". Caroline Knorr, de la web Common Sense Media, aconseja lo mismo: estar informado. "Los padres no deben 'preocuparse', creo que es mejor idea intentar aprender sobre los tipos de juegos disponibles y sus características, esto ayuda a enfrentarse al mundillo con una mayor confianza y control sobre lo que puede ofrecer este tipo de ocio", asegura Knorr en el artículo. Y la mejor manera de conseguir esto es sentarse a jugar.

Compartir la experiencia de jugar a un videojuego ayudará a entender mejor los gustos y preferencias del niño, además de ofrecer una posibilidad más de enseñar valores. "Intenta comprar juegos que refuercen aquellos valores en los que tu familia cree, o juegos que permitan realizar actividades colectivas y con componentes educacionales". Patricia Vance, de ESRB (el organismo que califica por edades los videojuegos), está de acuerdo. "Si no quieres jugar aunque sea pasa cierto tiempo mirándole, aprendiendo cómo es ese mundo virtual donde pasa tanta tiempo y qué es lo que le hace volver".

La importancia de los límites

Pero no todo es sentarse a verles jugar, establecer límites es como siempre muy importante. Límites en cuanto a tiempo o tipo de videojuegos, siempre teniendo en cuenta que según los expertos no conviene exponer a los niños en edades demasiado tempranas. "Hay peligros relacionados con introducir a los niños a los videojuegos demasiado pronto, es crucial para el correcto desarrollo de la mente de los niños que estén envueltos activamente con el mundo que les rodea". Entregarles a una actividad sedentaria que se realiza casi siempre de forma individual puede interrumpir este proceso.

Sin límites se corre el riesgo de que los videojuegos provoquen consecuencias negativas. "Un signo de la adicción a los videojuegos es si los niños se muestran deprimidos o irascibles cuando no están jugando, y si hay una marcada diferencia entre su comportamiento mientras juegan y cuando no lo hacen", asegura Carolina Knorr.

Según Kuchera las dificultades llegan cuando un niño que tiene problemas en algún aspecto (en el colegio o socializándose, por ejemplo) comienza a desarrollar una adicción a los videojuegos, lo cual puede complicar las cosas.

Los positivo del mundo virtual

Pero no todo es negro en el mundo del ocio virtual. Patricia Vance señala que los videojuegos pueden ayudar a los niños a desarrollar habilidades importantes en la resolución de problemas y a cultivar la persistencia a la hora de afrontar desafíos. "Lo que me resulta realmente interesante es la forma en la que los niños forman corros para ver jugar a los demás, es una manera de estar juntos y compartir cosas con el otro, así que siempre que los juegos no sean violentos me parece una buena forma de que pasen el tiempo" señala Vance.

Kuchera recomienda ir a la tienda y escoger algo en lo que padre e hijo estén interesados y jugar juntos, siempre dejando claros los límites y asegurando que el niño disfruta también de tiempo al aire libre en otro tipo de actividades

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