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AirBnb abre oficina en España

El servicio nacido en San Francisco permite alojarse en casas y habitaciones España se encuentra entre los cinco países con más usuarios e inmuebles

Nathan Blacharczyk, Brian Chesky, cofundadores de AirBnb, y Kay Kuehne, responsable en España
Nathan Blacharczyk, Brian Chesky, cofundadores de AirBnb, y Kay Kuehne, responsable en España

A Brian Chesky ir a un hotel le parece algo del viejo mundo: "Es una experiencia demasiado distante, poco personal y, además, cara". Como solución en 2008 creó AirBnb, un servicio con sede en San Francisco en el que cualquiera puede ofrecer una habitación o un piso por unos días. También se puede buscar alojamiento en 192 países y más de 19.000 ciudades. A finales de enero superó cinco millones de noches reservadas en su plataforma.

En 2011 el 75% de las reservas se hacían fuera de Estados Unidos. En ese momento, Chesky, consejero delegado de esta web a medio camino entre la agencia de viajes y la inmobiliaria, pensó que había que comenzar la expansión más allá de sus fronteras. Ya cuentan con dos oficinas en Alemania, en Hamburgo y Berlín. Acaban de abrir en Londres. Esta misma semana estrenan sede en Barcelona, donde han contratado a 10 personas. Después llegará el turno de París y Milán.

Kay Kuehne, de origen alemán, es el responsable en España. Su reto será "entender y fomentar la comunidad local, difundir nuestro servicio y explicar el funcionamiento". La diferencia principal está en la forma de gestionarlo. Esta web se basa en la confianza entre usuarios. Cuando alguien decide alojarse en un piso paga por adelantado toda la estancia. Una vez que llega avisa a AirBnb de que todo va bien. Solo entonces, un día después de que llegue el visitante, el dueño del piso recibe el dinero.

El prestigio de los usuarios se basa en las reseñas. Para evitar un uso fraudulento, las impresiones tanto del huésped como del anfitrión solo se pueden publicar una vez que ha terminado la estancia. "Así evitamos condicionamientos y sabemos si las fotos que suben son reales, por ejemplo", aclara Kuehne. AirBnb conecta con redes sociales de modo que se puede consultar el Facebook y el Twitter para ver si nos cae bien esa persona.

El anfitrión, que puede estar en casa si alquila una habitación, o estar fuera, pone el precio que desea por cada noche. AirBnb cobra el 3% adicional como comisión, esa es su fuente de ingresos. A cambio, se aseguran de que todo funciona correctamente y dan soporte por teléfono.

El eBay del alojamiento

Chesky cree que AirBnb es el equivalente a eBay en alojamiento: "Si allí se puede comprar desde un avión de juguete a uno de verdad, aquí se puede alquilar desde un sofá a un castillo o una isla. El único requisito es que tenga luz eléctrica". Y puestos a presumir cuenta que Conan O'Brien, el popular presentador de su país, confió en ellos para alquilar durante tres noches su apartamento en Nueva York.

Se puede alquilar desde un sofá a un castillo o una isla. El único requisito es que tenga luz eléctrica".

En opinión de Chesky el éxito de cualquier emprendedor depende, por muy bueno que se sea en los negocios, del uso que se haga del servicio propio. Su caso es paradigmático: es el que más veces ha usado AirBnb. De hecho, nos recibe en un apartamento en la zona de Huertas que ha elegido él mismo.

Navegando se puede encontrar de todo, desde el lujo más absoluto a una pequeña habitación por 10 euros. Kuehne cree que el trato humano marca la diferencia: "No es lo mismo llegar y sentirse solo que encontrarse con la clave del wifi nada más entrar, un aperitivo o una lista con recomendaciones en la zona".

Noelia Morales y su pareja viven en Barcelona desde hace 10 años, por motivos de trabajo viven entre Barcelona y Essaouira (Marruecos). Según dónde se encuentren ofrecen una u otra. "La de Barcelona es la más demandada, es bastante normal, pero gusta. Según le parezca al inquilino dejo allí el gato o lo llevo a casa de mis padres", explica Morales. Todavía no han dado el paso de contratar alojamiento pero ya tiene algunas ideas. "Haré como algunos de nuestros visitantes que nos dejan un libro para que vayamos a conocer su ciudad", añade.

Chesky no es muy amigo de los estudios de mercado. "Prefiero ver los comentarios y el comportamiento en redes sociales. Se sabe más de los clientes y son más sinceros. A mucha gente le encanta entablar amistad, valoran la conexión a Internet, un refrigerio en la nevera. En resumen, hacerlo una experiencia más emocional", concluye. Vaticina que este verano la costa española será el lugar de moda.

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