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Cómo darse de baja y llevarse las fotos

Varias aplicaciones permiten recuperar las imágenes

Causa, consecuencia. Instagram cambia sus términos de uso, su público se molesta y decide irse antes de que llegue el 16 de enero y puedan usar sus imágenes con fines comerciales. Unas condiciones que no difieren demasiado de las de Facebook.

No es la primera vez que sucede. Cuando la red social decidió comprar el servicio de retoque de imágenes ya hubo revuelo. No se puede hablar de éxodo porque, aunque los veteranos se molestaron, el número de suscriptores de Instagram no ha hecho más que crecer. Entonces, en abril, eran 13 empleados para 30 millones de usuarios. En agosto superaron 80 millones. Fue la última vez que declaron esta cifra aunque se estima que superan los 100 millones.

¿Qué se puede hacer en caso de disidencia? Borrar la cuenta. Es sencillo, aunque pide un motivo por el que se decide abandonar. A cambio, desaparecen las imágenes, contactos, "me gusta" y comentarios.

Hace un mes Instagram comenzó a crear perfiles web, por lo que la consulta y descarga manual es más sencilla que cuando solo funcionaba en móviles. Si quiere conservar el contenido antes de dar tan drástico paso conviene conocer la existencia de algunos servicios. Instaport.me crea un fichero comprimido (.zip) con todo el contenido. Copygram e InstaBackup son también útiles para hacerse con una copia. Estos dos últimos servicios se popularización en los orígenes del servicio, cuando los cortes y caídas eran frecuentes.

Y si usted se declara adicto confeso a los retoques, incapaz de vivir sin un filtro, siempre hay alternativas. De hecho, hay una guerra abierta por atraer las fotos tomadas desde los móviles: Flickr, Twitter y Facebook permiten tamizar cualquier imagen antes de compartirla.

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