_
_
_
_
_

Maquillaje para borrachas, otro éxito de la reina de YouTube

Cada videoclip deJenna Marbles, que parodia la cotidianeidad de la gente, se ve millones de veces

Una joven con mechas fucsias habla a una webcam mientras reflexiona sobre un problema espinoso: cómo maquillarte totalmente para la noche cuando ya estás ebria por haber estado bebiendo todo el día.

Se perfila los labios con un lápiz negro. “No importa de qué color es, porque lo mezclas”, farfulla. “No dejes que eso te asuste”.

El vídeo, titulado Guía para maquillarse estando borracha, a algunos les parece excelente y a otros, desconcertante. Pero, por encima de todo, es un clásico de Jenna Marbles y una entrega más de una de las reinas actuales de YouTube. El capítulo ha sido visto 14,6 millones de veces.

Aunque seguramente haya poca gente de más de 30 años que sepa quién es Jenna Marbles, su popularidad es incuestionable entre las adolescentes. Sus vídeos semanales sobre temas como Odio ser un adulto la colocan en el selecto club de los más de 1.000 millones de visitas en YouTube y más de ocho millones de suscriptores.

“Yo lo veo como si tuviese muchos amigos en Internet”, asegura la bloguera, de 26 años, cuyo verdadero nombre es Jenna Mourey. Reconoce que es una celebridad extraña. Ella idea sus propios vídeos, los protagoniza, los filma, los edita y los sube. El resultado es más de un millón de visitas cada día y más dinero del que jamás había visto. Jenna Marbles ya representa la celebridad del futuro para una generación joven que pasa más tiempo en YouTube que viendo la televisión.

En el verano de 2010, Mourey compartía un apartamento en Cambridge (Massachusetts), donde conseguía los 800 dólares del alquiler realizando trabajos a tiempo parcial como camarera, bloguera, gogó en discotecas y empleada de un centro de bronceado, en el que recuerda la tarea especialmente deprimente de limpiar el sudor de los clientes. Por otro lado, su recién terminado máster en psicología del deporte no le servía de nada. “Mi vida era un desastre total”, confiesa.

Una tarde subió un vídeo suyo poniéndose maquillaje. En dos minutos y medio, pasó de ser una chica normal y corriente a ser una belleza de dibujos animados. “La fealdad no tiene cura”, sentencia, “pero te puedes transformar en una ilusión óptica humana”.

Subió el vídeo un viernes. A lo largo de la semana se hizo tan popular que tuvo que enfrentarse a la auténtica prueba de fuego de los éxitos rotundos: tuvo que llamar a su madre. “Me dijo: ‘Mamá, he hecho un vídeo en Internet, mucha gente lo está viendo y digo palabrotas en él”, cuenta Deborah Mourey, asesora de marketing. Desde entonces, la fórmula de los vídeos de Jenna Marbles no ha cambiado mucho, pero ahora vive en una mansión de 1,1 millones de dólares en Santa Mónica, California.

El proceso de una de sus entregas suele empezar la víspera, cuando Mourey sondea a sus entusiastas fans de Facebook en busca de ideas. Le llegan miles de sugerencias: comer sopa con un tenedor, depilar las axilas de una amiga estando borracha, etcétera. Hace imitaciones. Despotrica. Y renuncia a su belleza ante la cámara en favor del humor, por ejemplo, vomitando cereales.

“Es una habilidad muy extraña que no habíamos visto antes en el entretenimiento”, explica Alan Van, editor ejecutivo de NewMediaRockstars.com. “El humor en los blogs ha estado dominado principalmente por los hombres, pero ella sin duda es de los mejores”.

El firmamento de estrellas telegénicas veinteañeras de YouTube ha dado lugar a un nuevo género del entretenimiento. En vídeos que por lo general duran entre cinco y ocho minutos, hablan directamente a la cámara y pasan de los cortes mareantes a las incongruencias y a las expresiones faciales exageradas para intentar conseguir unos periodos de atención que cada vez son más cortos.

Una diva del nivel de Jenna Marbles puede ganar más de 100.000 dólares al año con los ingresos por la publicidad que la red de vídeos paga a los miembros del Programa de Socios de YouTube. TubeMogul, una plataforma de compra de anuncios para vídeos en California, analizó el tráfico en el canal de Jenna Marbles y dijo que es posible que en 2012 llegara a percibir 346.827 dólares. “Gano más dinero del que voy a necesitar en toda mi vida”, es todo lo que Mourey está dispuesta a decir.

Su público principal son mujeres jóvenes, en su mayoría con edades entre los 13 y los 17 años. Y tiene detractores. Algunos han criticado una de sus imitaciones de Nicki Minaj, en la que se caracterizaba de negra, porque cruzó la línea que separa la parodia y el racismo.

Actualmente, se está adaptando a vivir sola en una ciudad en la que, a pesar de toda su fama en Internet, sale pocas veces. Y se compara con los famosos de YouTube: “Durante la mayor parte del tiempo, nos quedamos en casa, solos y haciendo vídeos”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_