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El porno no cabe en Google Glass

El buscador rechaza una aplicación erótica para sus gafas. Tampoco permitirá identificar personas

Al igual que ya han hecho Twitter, Facebook o el propio Google, Mikandi quería desarrollar una aplicación para sacar partido de Glass. La diferencia está en que hace contenido para adultos. De hecho, tiene la mayor tienda de aplicaciones de esta temática, pero Google ha actualizado sus términos de uso: "no permitimos Glassware (software para sus gafas) que contenga desnudez, sexo explícito o material sexual explícito. Si detectamos pornografía infantil, avisaremos a las autoridades pertinentes y procederemos al borrado de cuentas de Google relacionadas".

La aplicación Tits & Glass (tetas y gafas) mantiene su web, pero no estará dentro las que se difundan en la tienda oficial. Otra cuestión es que la editora del programa consiga burlar esta restricción y que cada cual se lo instale bajo su responsabilidad.

Esta decisión reabre un viejo debate: Si compro un aparato, ¿qué potestad tiene el fabricante para condicionar su uso o el contenido que se consume? Steve Wozniak, cofundador de Apple, es uno de los que ha criticado duramente estas restricciones. Aunque en este caso la polémica es algo más profunda y tiene que ver con la educación y lo apropiado de consumir este tipo de contenido en público.

Jesse Adams, consejero delegado de Mikandi, defiende el éxito de su idea en el blog de la compañía, más allá de las 61.000 visitas que recibieron el lunes, día que anunciaron su programa: "Cuando recibimos las gafas nos pusimos a desarrollar según los términos indicados. Revisamos todo bien para asegurarnos de que no estábamos fuera de los límites". Insiste en que lo consideran un cambio en las normas del juego con la partida empezada. Aún así, aseguran que se plegarán a las nuevas indicaciones para conseguir publicar su programa.

Así funcionan las gafas de Google.

Aunque en móviles y tabletas con Android se encuentran todo tipo de contenidos, Apple mantiene una política mucho más parecida a esta de las gafas con sus iPads e iPhone. En los aparatos de la manzana no hay sitio ni para la pornografía ni para el erotismo. Hace dos años la revista Muy Interesante vio como se paraba la publicación de un especial dedicado al pene por no considerarlo apto para menores, a pesar de ser una revista de divulgación.

Las gafas no tienen fecha de salida al mercado de consumo. Se anunciaron hace poco más de un año y el mes pasado comenzó la distribución de algunas unidades para desarrolladores dispuestos a desembolsar 1.200 euros.

El debate de la privacidad en Glass

Los usos más comunes de este aparato son grabación de vídeo y toma de fotos. Algo teóricamente inocente hasta que se sale a la calle y se registra sin permiso la actividad de otros. Google ya ha explicado que no habrá reconocimiento facial, pero no es algo del todo acertado. No se mostrará, pero hace tiempo que Google es capaz de discernir quién es quién a partir de varias imágenes de un mismo rostro. Esto se puede comprobar en Google+, su red social, al etiquetar varias veces a un contacto, permite hacerlo de manera automática con un mismo álbum.

Amit Shingal, vicepresidente de Google, confirmó a EL PAíS en el verano de 2010, que ya contaban con la tecnología adecuada para reconocer identidades: "por encima de la tecnología está la privacidad. Google podría reconocer caras, pero nos hemos comprometido a no hacerlo. Este es el servicio en el que estamos siendo más cuidadosos. Podemos seguir tomando cervezas tranquilamente en la playa". Al mismo tiempo, han registrado una patente para desbloquear el móvil cuando se muestre la cara del dueño.

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