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Varios inversores intentan destronar a Bill Gates de la presidencia de Microsoft

Crece la presión para el fichaje del presidente de Ford, Alan Mulally, como sustituto de Ballmer

Tres de los 20 principales inversores en Microsoft están presionando al consejo de administración para que Bill Gates dimita como presidente de la compañía de software más grande del mundo, fundada por él hace 38 años, según Reuters.

A estos inversores no les parece suficiente la salida del consejero delegado de Microsoft, Steve Ballmer, que ha estado bajo presión desde su nombramiento (año 2000) para mejorar el rendimiento de la compañía y, sobre todo, el valor de la acción. Por primera vez, los principales accionistas apuntan a Gates, que sigue siendo una de las figuras más respetadas e influyentes en la tecnología.

No hay indicios de que el consejo de Microsoft vaya a prestar atención a los deseos de los tres inversores que, en conjunto, poseen más del 5% de las acciones de la compañía, según las mismas fuentes. Gates, con alrededor de un 4,5%, es el mayor accionista individual de la compañía, valorada en 277.000 millones de dólares (204.000 millones de euros).

Los tres inversores están preocupados por la interferencia de Gates en la adopción de nuevas estrategias y en que ponga límite al poder del futuro director ejecutivo para hacer cambios sustanciales. En particular, señalan el papel de Gates en el comité de nombramiento del sucesor de Ballmer antes de un año. En este sentido, el presidente de Ford, Alan Mulally, es el principal candidato, aunque también suenan nombres de la empresa como Stephen Elop (ex de Nokia), el jefe de desarrollo y estrategia Tony Bates o Paul Maritz.

Estos tres grupos de inversores también critican que Gates -que pasa la mayor parte de su tiempo con su Fundación Melinda and Bill Gates- ejerce un poder desproporcionado en relación con la disminución de su participación diaria en la empresa.

Gates, que poseía el 49% de Microsoft antes de su salida a Bolsa en 1986, vende unos 80 millones de acciones de Microsoft cada año, según un plan preestablecido que de continuar así le dejaría sin participación financiera en la compañía en 2018.

La crítica a Gates coincide con la despedida de Ballmer que, en agosto, anunció que se retiraría en 12 meses, en medio de la presión del grupo administrador de fondos ValueAct Capital Management. Microsoft ahora está buscando un nuevo director general , aunque su consejo ha dicho que la estrategia de Ballmer seguirá adelante. Durante sus mandato se ha centrado en diversificar el negocio, absolutamente dependiente de su software Windows y Office para ordenadores, con la consola de videojuegos Xbox, smartphones y tabletas y servicios en Internet.

Microsoft sigue siendo una de las empresas de tecnología más valiosas del mundo, con beneficios anuales de 22.000 millones de dólares (16.180 millones de euros) Pero su sistema operativo Windows y el paquete de software de oficina, Office, están bajo la presión de la caída de ventas de ordenadores personales, mientras que en el nuevo mundo de smartphones y tabletas van con mucho retraso.

El valor de las acciones de Microsoft no ha sufrido cambios significativos durante una década, y la empresa ha perdido terreno frente a Apple y Google en el mundo de Internet y la movilidad.

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