La influencia de smartphones y tabletas llega a los clásicos de la fotografía. Canon ha presentado en el CES la cámara PowerShot N100, que tiene la particularidad de incorporar una cámara delantera y otra posterior para captar los gestos del que está detrás de la cámara cada vez que dispare.
La PowerShot N100 registra las expresiones antes y después de disparar una foto y también graba en vídeo, para luego combinar todo con la escena fotografiada. La cámara selecciona automáticamente los mejores ajustes para capturar la mejor imagen entre 58 escenas diferentes o graba cuatro segundos de vídeo antes de pulsar el disparador. Al final del día, los clips se combinan en un solo vídeo con una resolución de 720 píxeles.
La inclusión de wifi facilita la transmisión de las imágenes al instante a través de Internet, las redes sociales y con el sistema NFC el mero acercamiento de dos aparatos compatibles vale para trasladar contenidos. La máquina estará a la venta en primavera, en colores blanco y negro, por unos 340 euros.
