_
_
_
_
_

Komoot redescubre tu barrio

La aplicación propone rutas en bici o paseando según el tiempo disponible y la climatología

Komoot en el navegador del ordenador.
Komoot en el navegador del ordenador.

Comenzó como un trabajo de la universidad hace tres años y ya está a punto de cerrar su segunda ronda de financiación. La primera fue en 2011, en octubre de 2012, la segunda. Komoot es una aplicación pensada para promover la actividad física ya sea paseando, corriendo o en bici. “Aunque estudié física quería algo que encajase con nuestro gusto, con aprovechar cada rayo de sol para pisar la calle. Somos amantes de los deportes y la tecnología”, proclama Christoph Ling (Mittelberg, 1985), cofundador y desarrollador del proyecto.

De ahí precisamente viene el nombre, de cómo en su zona se llama informalmente a salir a pasear, se pronuncia ‘comut’. Su aplicaciones, que funciona tanto en Android e iPhone como en los navegadores. En total superan dos millones de descargas. Sirve para encontrar rutas para ir en bicicleta, andando o corriendo. Ayuda a planificar una excursión, de hecho se puede ver el pronóstico del tiempo o concretar si se desea que la caminata sea de dos horas, cuatro o la duración que se desee.

No es algo que solo hagan ellos, pero sí destacan por lo detallado de su información: “Añadimos detalles sobre las vistas del paseo, indicaciones para no perderte. Para los ciclistas, por ejemplo, es muy importante saber si el camino es de asfalto o arena. Por no hablar de la dureza de las cuestas”, expone.

Comenzó junto a cinco compañeros más, uno de ellos desde la guardería y ya son 16 personas en la oficina sita en los alrededores de Berlín, donde valoran su ambiente joven y lleno de startups. “Hay apertura para ideas nuevas y buenos informáticos”, añade.

En agosto estrenaron versión en español y mapas de España, Francia, Italia, Reino Unido, Polonia, Holanda, Bélgica y Luxemburgo. Otra de sus ventajas es que las rutas pueden guardarse en el móvil para evitar gastar demasiados datos o quedarse sin batería mientras se está en ruta.

Como la mayoría de los servicios que surgen se conecta con Facebook y permite que unos se sigan a otros para descubrir nuevas rutas o que compartan las fotos de sus experiencias. El siguiente paso será añadir incentivos para superar metas y ver el progreso.

El equipo fundador de Komoot, de excursión.
El equipo fundador de Komoot, de excursión.

La información se toma Open Street Map, el equivalente a Wikipedia en el mundo de la cartografía y Panoramio, también de las aportaciones de los propios usuarios.

Según Ling, la tecnología detrás de la aplicación es su valor más reconocido: “Hay muchas webs con rutas, pero no con nuestro algoritmo para generar opciones diferentes y adaptadas al gusto de cada usuario. Siempre damos prioridad a las zonas verdes antes que las industriales, por ejemplo”.

Komoot carece de publicidad. Su modelo de negocio se basa en el pago por uso. En principio, es gratis si se usa en una sola región. “Así se prueba y se conoce la aplicación, pero lo interesante es utilizarlo cuando se está en diferentes lugares”, indica. Una región pequeña cuesta cuatro euros. Un país, ocho. Si se quiere acceder a todos los mapas, el precio es de 29,99 euros.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_