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Facebook compra WhatsApp por más de 13.800 millones de euros

La red social paga ahora más de 11.700 millones entre efectivo y acciones por el servicio de mensajería y realizará un segundo desembolso de otros 2.100 millones en títulos preferentes

Foto: atlas | Vídeo: Atlas / rosa jiménez cano

La compañía Facebook ha alcanzado este miércoles un “acuerdo definitivo” para comprar la empresa de mensajería instantánea WhatsApp por 19.000 millones de dólares en total (más de 13.800 millones de euros). La operación está formada por dos pagos: un primer desembolso de 16.000 millones de dólares (unos 11.700 millones de euros), de los cuales 4.000 millones de dólares serán en efectivo y los 12.000 millones de dólares restantes en acciones de la conocida red social. Pero, además, la compañía pretende realizar un segundo pago de otros 3.000 millones de dólares en acciones, en este caso acciones RSU (Restricted Stock Unit), una emisión futura similar a la de las opciones sobre acciones, destinada a los fundadores y empleados WhatsApp. Estas segundas participaciones se entregarán a lo largo de un período de cuatro años tras el cierre de la operación, que todavía debe recibir los permisos de las autoridades.

La compra de WhastApp por parte de Facebook es una nueva muestra de los esfuerzos que la red social fundada hace 10 años por Mark Zuckerberg hace para no quedarse atrás y sortear los vaticinios de los analistas, que advierten del posible pinchazo de la empresa, que cuenta con más de 1.200 millones de usuarios.Desde hace un año se detecta una pérdida de interés de los más jóvenes, de ahí la compra de servicios que les enganchan más, como Instagram, hace dos años, y ahora WhatsApp.

El cofundador de Facebook, Mark Zuckerberg
El cofundador de Facebook, Mark ZuckerbergEFE

La compañía de Zuckerberg, que se estrenó en Wall Street en 2012, tiene un valor en Bolsa de 172.886 millones de dólares (125.895 millones de euros) y en 2013 disparó su beneficio por encima de los 1.000 millones de euros. Aun así, los analistas miran con lupa cada uno de sus balances, y se preguntan si la red social será capaz de generar ingresos sostenibles. Ante ese continuo escrutinio, no es la primera vez que Facebook recurre a la competencia para crecer: En 2012 ya compró otra aplicación estrella, Instagram, por 1.000 millones de dólares.

El pago es el más alto de las últimas adquisiciones tecnológicas. Facebook ha pagado 42 dólares por cada abonado de WhatsApp, mientras que en caso de Instagram el pago fue de 33 dólares/usuario. Recientemente, la japonesa Rakuten pagó por Viber tres dólares popr usuario.

WhatsApp está en el camino de conectar a mil millones de personas. Los servicios que alcanzan ese hito son de increíble valor

Con la adquisición de Whastapp, Facebook sube la apuesta y espera aumentar su presencia en los dispositivos móviles, con los que pretende sostener su negocio. Los creadores del servicio de mensajería son Brian Acton y Jan Koum, dos antiguos trabajadores de Yahoo!. WhatsApp tiene más de 450 millones de usuarios. Pese a que su sede está Silicon Valley (California), tiene, sin embargo, su mayor éxito en Europa, ya que los norteamericanos prefieren otros servicios clásicos como Skype o (curiosamente) Facebook, su nuevo dueño.

La compañía de mensajería instantánea nació antes de la fiebre de los teléfonos inteligentes, como un servicio para suplir el alto coste de los mensajes de texto de pago, los SMS, una de las grandes fuentes de ingresos de las operadoras. Con la llegada de esta aplicación (y de sus competidores) las compañías telefónicas vieron cómo se esfumaba el negocio de los mensajes de pago.

“WhatsApp está en el camino de conectar a mil millones de personas. Los servicios que alcanzan ese hito son de increíble valor”, indicó Zuckerberg, que ha destacado que esta nueva alianza permitirá “un mundo más abierto y conectado” y ha añadido: “WhatsApp complementará nuestros servicios de chat y mensajería para que podamos ofrecer nuevas herramientas a nuestra comunidad”.

Una empresa de 55 empleados sin oficina

  • Los fundadores. Brian Acton (EE UU, 1972) y Jan Koum (Ucrania, 1976) son los creadores de WhatsApp. Se conocieron en Yahoo!. La popular empresa de mensajería nació en 2009 y no tiene una oficina propia. Solo un espacio diáfano y salas de reuniones compartidas en el cuartel general de Speck, otra compañía, de fundas de Apple, en Mountain View (California). Tiene 55 empleados.
  • Los competidores. We Chat y Line son los servicios similares a WhatsApp que lideran en Asia. Desde Rusia les ha llegado un difícil competidor, Telegram, que asegura ser mucho más seguro y es gratis.
  • Amenazas. El mundo de la mensajería instantánea depende mucho de las masas y los usuarios son infieles. ICQ fue el primer sistema de mensajes de texto por ordenador. Después llegó Messenger, de Microsoft. El siguiente paso lo dio Skype. Todos han sido superados por sus competidores. La supervivencia de WhatsApp dependerá de la capacidad para saber mantener a sus usuarios.
  • Compras: En enero, Facebook compró Branch, un servicio para compartir enlaces con amigos, por 15 millones de dólares. Pocos días antes se había hecho con Little Eye Labs, de India, especializada en análisis de datos, por una cantidad entre 10 y 15 millones de dólares.

Jan Koum, de WhatsApp, indicó por su parte en un comunicado que están “emocionados y honrados por poder ser socios de Mark [Zuckerberg] y Facebook”, y por la posibilidad de llevar su producto “a todo el mundo”. El propio creador de Facebook ha ido a la sede de WhatsApp y ha conversado con los trabajadores de su nueva adquisición.

WhatsApp ha jugado deliberadamente la carta de la informalidad, con un aire casual muy californiano. Han seguido una política de contratación muy medida, con una mayoría de ingenieros en su pequeña plantilla de 55 empleados y, desde noviembre de 2011, con un conocido hombre de finanzas en Silicon Valley, Neeraj Arora, de origen indio y formado en Google. El dólar anual que deben pagar quienes se descarguen la aplicación para su smartphone (85 céntimos en España) es la única fuente de ingresos del popular sistema de mensajes, que ya ha superado a Twitter por número de usuarios.

Los fundadores de la empresa aseguraban hace unos meses que ese dólar es suficiente para sostener su pequeña gran empresa, y a su medio centenar de empleados, que mantienen en pie una maquinaria para que cada día se envíen 10.000 millones de mensajes y reciba otros 17.000 millones.

El anuncio de compra generó rápidamente un gran revuelo en redes sociales, tanto en Twitter como en el propio Facebook, ante la idea de que las filosofías de ambas empresas no parecen encajar. Muchos dan por hecho que comenzarán a incluir publicidad para rentabilizar una compra tan abultada. En una entrevista a EL PAÍS, en mayo de 2013, Acton y Koum renegaban de incluir anuncios o juegos en la aplicación. “No somos, ni queremos ser, una red social, ni una plataforma de juegos, ni un soporte publicitario”, dijeron. Falta saber si sus nuevos dueños están de acuerdo con esa estrategia, ya que Facebook ha hecho precisamente de la publicidad casi su única fuente de ingresos.

Mark Zuckerberg tuvo el detalle de personarse en la humilde y anónima oficina de WhatsApp para anunciar, en compañía de los fundadores, la compra delante de los empleados de la empresa de mensajería. Zuckerberg les dijo que era la compra tecnológica más cara de la historia.

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