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obituario

Satoru Iwata, impulsor de los videojuegos para toda la familia

El presidente de Nintendo, fallecido el pasado 11 de julio a los 55 años, fue el gran impulsor de la consola Wii, que extendió el uso de los videojuegos a personas de todas las edades

José Manuel Abad Liñán

Satoru Iwata, nacido en la prefectura de Hokkaido en 1959, fue ante todo un visionario del mundo de los videojuegos. A él se le debe la apuesta de la compañía en 2006, acuciada por las consolas de la competencia, por una producto como Wii, sencillo de manejo y con gráficos simples, que logró  librar a los videojuegos del estigma de violencia y del encasillamiento para usuarios adolescentes. Iwata optó por el mando remoto de la Wii, un hito en el hardware de los videojuegos, y logró extender el disfrute de los juegos electrónicos a toda la familia.

Antes de licenciarse en Informática por el Instituto Tecnológico de Tokio, ya colaboraba en el desarrollo de juegos para la compañía HAL Laboratory —llamada así por ser las tres letras anteriores en el abecedario a las de IBM y como homenaje al ordenador omnisciente de las novelas y películas de la serie Odisea del espacio—, de cuya plantilla acabó formando parte poco después de terminar sus estudios.

La llegada en 2006 de la consola Wii rompió la tendencia imperante en el mercado, marcada por las imágenes cada vez más hiperrealistas y por los videojuegos de atmósfera épica

En 1983 ascendió a coordinador de la producción de software y se dedicó en especial a los títulos de Nintendo, para los que HAL hacía desarrollos. La creación en 1992 de la serie de Kirby, un personaje con aspecto de globo rosa capaz de absorber a sus enemigos y copiar sus ataques, que alcanzó una enorme popularidad en Japón, antecedió a su nombramiento como presidente de la compañía en 1993.

Nintendo lo nombró director en el año 2000 y solo dos años más tarde, presidente, a instancias de Hiroshi Yamuchi, su predecesor durante 53 años, quien afirmaba desconocer por completo los videojuegos. Se rompía así una tradición de presidencias hereditarias dentro de la familia Yamauchi, fundadora de la compañía en 1889, entonces como fabricante de naipes. A pesar de su nueva potestad, Iwata no se despegó jamás de su vocación de origen: "En mi tarjeta de visita soy un presidente de empresa. En mi mente soy un programador de juegos. Pero en mi corazón soy un jugador", manifestó en su presentación de la Conferencia de Desarrolladores de Videojuegos (GDC), el gran acontecimiento anual para los profesionales, en 1995. 

A diferencia de sus grandes competidores, Sony y Microsoft, la compañía con sede en Kioto se dedica únicamente al desarrollo de software y hardware de videojuegos. Para el catedrático de Ingeniería del Software e Inteligencia Artificial de la Universidad Complutense de Madrid, Pedro Antonio González Calero, Iwata continuó esta tradición de Nintendo, pero aportó a la compañía un aire nuevo: "No podemos hablar de una mano o un estilo propio de Iwata, pero sí de un cariño al perfeccionismo en sus trabajos, algo que es, además, la marca de la casa. Tenía un gran gusto por los productos bien cerrados y acabados, sin dejar ningún detalle al azar, tanto desde el punto de vista de la tecnología como del contenido".  

En mi tarjeta de visita soy un presidente de empresa. En mi mente soy un programador de juegos. Pero en mi corazón soy un jugador"

La llegada en 2006 de la consola Wii rompió la tendencia imperante en el mercado, marcada por las imágenes cada vez más hiperrealistas y por los videojuegos de atmósfera épica propios de la Sony PlayStation y la Xbox de Microsoft. Wii apenas mejoraba las posibilidades gráficas de sus predecesoras, y además incluía juegos amables, dirigidos a la diversión pero también a la realización de ejercicio físico en casa. Con una apariencia de simplicidad y de manera sorprendente, consiguió ampliar el mercado tradicional del videojuego y crear software de uso para toda la familia. "Ahora estamos acostumbrados a verlo, pero en 2005 era casi impensable que un abuelo jugara a los videojuegos con sus nietos. Eso consiguió Wii", ilustra el profesor González Calero.

Su trayectoria estuvo marcada también por el éxito de ventas de la consola portátil Nintendo DS, si bien su llegada resultó menos transgresora que la de la hermana mayor Wii, que ni siquiera ha sido superada por la nueva consola de la compañía, la Wii U; lanzada en 2012, es la sexta consola de sobremesa de Nintendo y la primera con gráficos de alta definición. Competidora directa de PlayStation 4 y Xbox One de Microsoft, pero también de su predecesora, la consola no ha logrado despegar en ventas a pesar del creciente número de títulos disponibles. 

Iwata se negó a que su empresa desarrollara videojuegos para los teléfonos móviles y las tabletas, a pesar del auge del soporte con la llegada de los teléfonos inteligentes. Desaprobaba la desigual calidad de los productos de ese soporte y era enemigo de un fenómeno que creía suponía una pérdida de profesionalidad de los desarrolladores.

El presidente de Nintendo se ausentó, por sus problemas de salud, de uno de los grandes encuentros anuales de la industria, el E3, el año pasado. Su muerte aconteció el pasado día 11, pero se ha hecho pública a primera hora del día 13 en Tokio por la compañía, que la atribuye a un "crecimiento anormal en las vías biliares". En su breve comunicado oficial, la división europea de Nintendo ha manifestado su duelo y ha definido a Iwata como "un líder fuerte, una figura única en la industria del videojuego y una parte importante de la historia de la empresa. Era un visionario en todo el sentido de la palabra".

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Sobre la firma

José Manuel Abad Liñán
Es redactor de la sección de España de EL PAÍS. Antes formó parte del Equipo de Datos y de la sección de Ciencia y Tecnología. Estudió periodismo en las universidades de Sevilla y Roskilde (Dinamarca), periodismo científico en el CSIC y humanidades en la Universidad Lumière Lyon-2 (Francia).

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