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Nuzzel, la ‘app’ de las noticias a medida

La ‘startup’ de los fundadores de Friendster estrena un servicio de creación de newsletters

El equipo de Nuzzel, con los fundadores a la izquierda. El que está sentado es Jonathan Abrams y el que está de pie, Kent Lindstrom.
El equipo de Nuzzel, con los fundadores a la izquierda. El que está sentado es Jonathan Abrams y el que está de pie, Kent Lindstrom.

La mayoría de los emprendedores crea una empresa para solucionar un problema que quiere atajar. Jonathan Abrams (Toronto, 1970) no pretendía crear una aplicación, tampoco una empresa, sencillamente, quería poner un poco de orden entretanto enlace en Twitter. Creó una herramienta para consumo propio. Poco a poco fue dejando que sus amigos la probasen, sin intención de hacerlo público, hasta que le fueron animando.

Hace dos años nació Nuzzel, un servicio que te avisa del contenido que te interesa en función de determinados parámetros (social, temático...). El estallido de usuarios ha sido especialmente notable desde el verano. Ni Abrams, ni su socio Kent Lindstrom (San Diego, 1966) comparten el número de usuarios activos, pero "sus patrones de uso dejan claro que eran adictos”, relata Lindstrom.

Nuzzel permite acotar la información por temas, por lo que comparten amigos de amigos o lo que la propia aplicación considera que quizá te perdiste

Sin proponérselo comenzaron a conseguir dinero de algunos de estos célebres usuarios, como Chris Sacca, inversor de referencia de Twitter, de los primeros en apostar por Uber e Instagram, o Marc Andreessen, uno de los grandes triunfadores de Silicon Valley. IVA Ventures han sido los últimos en poner sus ojos y dinero en esta compañía.

El nombre no significa nada en concreto. “Quería algo relacionado con news [noticias, en inglés], que sonase bien y no tuviera más de dos sílabas. Algo al estilo de las apps de hoy, pero sencillo”, explica Abrams, que ejerce de consejero delegado.

Nuzzel funciona en el navegador, y también tiene app para Android e iOS. Es gratis en todas las versiones. Abrams considera que hacen algo parecido a lo que hizo Google en sus inicios: “Ponemos algo de orden. Al igual que ellos tenían un Pagerank para medir lo más enlazado, nosotros usamos el factor social para saber qué es lo más compartido. Casi siempre suelen ser noticias”.

La relación de Abrams y Lindstrom se remonta a los inicios de las redes sociales. En 2002 crearon Friendster, una especie de Facebook antes de Facebook. El gigante de Menlo Mark quiso comprarlos, sin éxito. También Google, que llegó a poner 30 millones de dólares sobre la mesa. Finalmente, en 2011 lo vendieron por 40 millones a una empresa de Malasia.

Abrams considera que hacen algo parecido a lo que hizo Google en sus inicios: “Ponemos algo de orden"

Nuzzel es una aplicación consagrada al contenido. Su sede tiene poco que ver con las grandes de Silicon Valley. Están en SOMA, el barrio de las startups, pero de una manera diferente. En la entrada del edificio de la tercera calle donde tienen su sede una antigua prensa recibe a los visitantes. Founders Den, un club del que Abrams es fundador, sirve de sede para emprendedores en serie, pero también como lugar de debate e intercambio de ideas.

Dentro no hay futbolines, pero sí una cocina, una pequeña zona de lectura, mesas compartidas y salas de reuniones. Tras subir una escalera y atravesar una zona diáfana se encuentra la guarida de Nuzzel. Tan solos tres mesas amplias colocadas en forma de U, ahí es dónde trabajan los seis empleados, contando a los fundadores. Dos de ellas son hispanohablantes, el español Javier Vegas y el venezolano José Montes de Oca. Carecen de los denominados perks, las recompensas típicas que reciben los empleados de Silicon Valley. “No podemos competir con Google o Facebook en eso y tampoco queremos. No se trata de hacer un sitio divertido, sino de que vean que lo que hacen tiene un impacto. No todo el mundo vale para trabajar en una startup. El futuro siempre es incierto, hay inquietud, momentos mejores y peores, pero cada uno ve el sentido de lo que hace”, insiste el creador de ła app.

El conocimiento del ecosistema hace que se tomen con calma algunos de los clichés más repetidos en Silicon Valley. No creen que crecer en empleados sea un signo de prosperidad, salvo si es necesario. “Ahora somos seis, con diferentes facetas y un fin común. Todos somos técnicos porque es lo que toca, más adelante buscaremos otros perfiles. Creemos en equipos pequeños porque hacen más. Cuando son grandes el coste de comunicación es mayor”, explica Abrams.

El estreno en Android les abrió las puertas a algunos de sus graneros de usuarios. “México, Argentina y Brasil comenzaron a usar nuestro servicio para consumir contenido de una manera muy notable”, apunta el director técnico. Por orden los idiomas más activos son el inglés, seguido del japonés y español.

Uno de los aspectos más interesantes de Nuzzel es su capacidad para descubrir contenido de interés. Permite acotar la información por temas, por lo que comparten amigos de amigos o lo que la propia aplicación considera que quizá te perdiste. No aportan cifras de consumo de contenido, ni de qué medio es el más popular dentro de su servicio. “Podríamos recabar ese dato, pero no es lo que más nos preocupa”, se justifica Lindstrom.

De momento carecen de modelo de negocio. “Todavía no lo tenemos. Seguramente optemos por anuncios a medida”, exponen.

“México, Argentina y Brasil comenzaron a usar nuestro servicio para consumir contenido de una manera muy notable”

Desde el principio, los primeros amigos que probaron el invento de Abram valoraron el newsletter -un correo electrónico periódico- con los mejores enlaces de su red. No solo lo ven como un soporte publicitario y una fórmula para impulsar el consumo de contenido, sino como una forma de publicación para todos. Acaban de estrenar la opción de creación de newsletters por parte de los usuarios para que lo envíen a sus contactos. En este punto surge un concepto al que reconocen gran importancia, el influencer: “No es un famoso, pero tampoco es el usuario medio. Puede ser un político, un periodista, un blogger, un músico, un político. Alguien que tiene influencia en una comunidad concreta. Son gente que tienen algo que contar”.

Con las newsletter se dirigen a este segmento. Consideran que, con facilidad, pueden difundir sus enlaces y fidelizar a la audiencia. “Ahora mismo hay que levantarse a las 4 o 5 de la mañana para poder mandar la carta a las 7. Nosotros permitimos tomar el contenido en pocos minutos y modificar la cabecera y una entradilla con lo que quieran. Ya sea una próxima actuación, un post de su blog, una introducción…”, desgrana el canadiense.

La obsesión por llegar más rápido, por llevar la información al usuario en el menor tiempo posible, hizo que se sumasen al estreno de AMP, un nuevo formato de artículos móviles creado por Google, en cuya alianza inicial también se encuentra EL PAíS.

Aunque gran parte de su crecimiento se ha hecho a través de Twitter, pretenden evitar una relación de dependencia. En las próximas semanas permitirán su uso sin necesidad de registro. Hasta ahora es necesario hacerlo a través de Facebook o Twitter. Slack, cada vez más popular como herramienta de comunicación en Silicon Valley, ha sido la última integración de Nuzzel.

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