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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La informática cumple 80 años

Alan Turing desbarató el proyecto de Hilbert, pero nos dio mucho a cambio…

Alan Turing.
Alan Turing.

En el optimista contexto científico de finales del siglo XIX, con el mecanicismo y el determinismo reinando sobre las ciencias naturales, no es extraño que David Hilbert (1862-1943), una de las mentes más brillantes del momento, apostara por la completa mecanización de las matemáticas. Un proyecto que extendería la potencia de las calculadoras ya existentes en aquel momento hasta límites insospechados, superando las sumas, restas y sus derivados y atreviéndose con el razonamiento del más alto nivel para obtener de forma mecánica cualquier resultado matemático.

Hilbert proponía utilizar la lógica como formalismo universal para expresar las afirmaciones matemáticas y estudiar las relaciones de éstas entre sí mediante reglas de inferencia. Uno de los retos fundamentales planteados por Hilbert es el conocido como Entscheidungsproblem o Problema de Decisión, que consiste en proporcionar un método efectivo capaz de establecer, en un número finito de pasos, si una determinada fórmula de la lógica es cierta o no.

Espoleados por el reto intelectual planteado, o tal vez por la perspectiva de quedarse sin trabajo, muchos matemáticos acompañaron a Hilbert en su búsqueda. En 1936, hace ahora 80 años, Alonzo Church (1903-1995), lógico americano de la Universidad de Princeton, y Alan M. Turing (1912-1954), graduado poco antes en Cambridge, introdujeron sendos modelos de cálculo simbólico automático (el denominado Cálculo Lambda y lo que hoy conocemos como Máquina de Turing) y avanzaron la tesis, hoy conocida como Tesis de Church-Turing, de que ambos capturaban el escurridizo concepto de método efectivo en el sentido planteado por Hilbert.

Alonzo Church y Alan Turing

La Tesis de Church-Turing es eso, una tesis, que no es posible demostrar formalmente ya que, aunque el Cálculo Lambda y la Máquina de Turing están definidos con total precisión, no existe una definición de ‘método efectivo’ con la que compararlos. Sin embargo, en la actualidad dicha tesis es ampliamente aceptada (¡aunque debatida!) y constituye la base de la moderna Ciencia de la Computación ya que los límites descubiertos para su máquina por el propio Turing afectan a todos los dispositivos que utilizamos hoy en día, comenzando por nuestros smartphones y terminando por los superordenadores que permiten predecir el tiempo o guiar las misiones de exploración a Marte.

En efecto, Church y Turing demostraron que el Problema de Decisión no tiene solución. En términos más actuales, significa que no existe ningún programa de ordenador que sea capaz de establecer si una propiedad expresada en el lenguaje de la lógica es cierta o falsa. Esta afirmación puede dejarnos fríos: ¿qué tiene que ver la lógica con el uso de las redes sociales desde mi smartphone o con la consulta de mi periódico favorito en mi navegador favorito? Mucho. Puesto que los programas de ordenador son objetos formales (expresiones de un lenguaje con unas normas de construcción muy precisas) y su comportamiento en ejecución está gobernado por reglas igualmente precisas y formales, es posible realizar afirmaciones sobre los resultados esperados con ese programa: ¿le ha llegado el mensaje que acabo de enviar a mi amigo? ¿la transacción bancaria que acabo de realizar en mi aplicación de banca electrónica se ha reflejado en mi cuenta corriente? ¿la impresión que he lanzado va a completarse? Estas preguntas pueden formularse utilizando un lenguaje lógico y por tanto están sometidas al dictado del Problema de Decisión. En el ámbito del desarrollo del sofware tienen que ver con el problema de inspeccionar el texto de un programa de ordenador y ser capaz de extraer alguna conclusión sobre cómo va a funcionar o qué resultados puede proporcionar; se trata del problema del análisis y verificación de software.

La solución negativa dada por Church y Turing al Problema de Decisión implica que nuestras preguntas sobre el comportamiento del software y, en general de los sistemas informáticos que utilizamos, no siempre obtendrán respuesta. Tampoco significa que nunca obtendrán respuesta: hay espacio para el desarrollo de métodos que nos permitan estudiar ciertas propiedades, depurar errores y conseguir software más fiable. Pero el trabajo de Church y Turing muestra que, además de las categorías lógicas cierto o falso, debemos admitir un fatídico ‘no sé’ entre nuestros compañeros de viaje. Solo podemos aspirar a esquivar esa indeterminación tanto como podamos. Lo cual es apasionante, dicho sea de paso.

Uno de los retos fundamentales planteados por Hilbert es el conocido como 'problema de decisión', que consiste en proporcionar un método efectivo capaz de establecer, en un número finito de pasos, si una determinada fórmula de la lógica es cierta o no

Goldstine y von Neumann

Durante su etapa en Princeton (1936-1938), donde Turing realizó su tesis doctoral con Church, John von Neumann ofreció a Turing un empleo como asistente de investigación, aunque éste decidió volver a su país, donde ya se presentía la llegada de una guerra. Goldstine y von Neumann tuvieron un papel muy importante en la realización práctica de las ideas de Turing, ya que en 1946 propusieron un esquema general para llevarlas a la práctica mediante el uso de componentes electrónicos sobre la base de codificar todo tipo de información mediante secuencias de ceros y unos (los conocidos bits). Goldstine y Von Neumann también diseñaron la primera notación para escribir los programas que controlan la actividad de los ordenadores (diagramas de flujo).

Pero la Tesis de Church-Turing sigue manteniendo su carga profética: establece un límite fundamental a la capacidad de cómputo que cualquier dispositivo del futuro podrá alcanzar. Y es el origen de toda una área de investigación, creación y desarrollo tecnológico en la que todos estamos invitados a participar: la Informática.

Salvador Lucas es catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia, área de Lenguajes y Sistemas Informáticos.

Plantilla para crear diagramas de flujo.
Plantilla para crear diagramas de flujo.

Crónicas del Intangible es un espacio de divulgación sobre las ciencias de la computación, coordinado por la sociedad académica SISTEDES (Sociedad de Ingeniería de Software y de Tecnologías de Desarrollo de Software). El intangible es la parte no material de los sistemas informáticos (es decir, el software), y aquí se relatan su historia y su devenir. Los autores son profesores de las universidades españolas, coordinados por Ricardo Peña Marí (catedrático de la Universidad Complutense de Madrid) y Macario Polo Usaola (profesor titular de la Universidad de Castilla-La Mancha).

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