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La cámara de este móvil predice los movimientos

Sony Xperia X es un 'smartphone' premium que destaca por su cámara, capaz de enfocar los objetos aunque se muevan

¿En qué nos fijamos a la hora de elegir un smartphone? Según Sony, en el diseño, la cámara fotográfica y la autonomía. Estas han sido precisamente las tres prestaciones en las que se ha centrado para desarrollar su nueva familia de teléfonos inteligentes, Xperia X, que reemplaza a la afamada serie Z. El primero de los modelos, con el mismo nombre, acaba de llegar al mercado para colocarse directamente entre los mejores.

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Tamaño: 143 x 69 x 7,7 mm. Pantalla de 5 pulgadas. 


Destacamos: 32 a 64 gigabytes de almacenamiento, cámara trasera de 23 megpíxeles y 154 gramos de peso.  


Desde 332€ en Amazon

El Xperia X se identifica como un terminal Sony desde el primer vistazo: líneas rectas, marcos laterales reducidos, acabado metálico... Es inevitable que todas las miradas se dirijan a su pantalla de 5 pulgadas. Y eso pese a que su resolución (Full HD) se sitúa algo por debajo de otros modelos del mercado, que ya han apostado por el 2K. Su secreto está en el panel IPS y en tecnologías de la propia marca como X-Reality y Triluminos, gracias a las cuales ofrece unos colores intensos y llamativos, un elevado brillo que facilita su visualización en exteriores y un contraste comparable con el de las pantallas AMOLED. En definitiva: una calidad sobresaliente.

Ficha técnica

Pantalla: Full HD 1080p de 5" con Triluminos Display y X-Reality

Procesador: Qualcomm Snapdragon 650, 64 bits

Memoria RAM: 3 Gb

Almacenamiento: 32 Gb / Ranura para microSD hasta 200 Gb

Cámara: Trasera de 23 megapíxeles con sensor Exmor RS, apertura de F2.0, enfoque automático híbrido predictivo, gran angular de 24 mm; frontal de 13 megapíxeles con sensor Exmor RS y vídeo Full HD

Batería: 2.620 mAh

Sistema operativo: Android 6.0.1

Tamaño: 143 x 69 x 7,7 mm

Peso: 152 g

Red: 4G

Conectividad: A-GNSS, Wi-Fi Miracast, Bluetooth 4.2, DLNA, Google Cast, NFC

Los botones físicos tienen una ubicación algo diferente a lo habitual. El cambio más significativo es el del control de volumen, que se ha desplazado hasta la mitad inferior del lateral derecho. Por debajo hay un disparador específico para la cámara y encima se encuentra el botón de encendido, apagado y bloqueo, en el que se ha integrado el lector de huellas: está justo en la zona donde se suele situar el pulgar al coger el teléfono con una sola mano, aunque es un lugar poco accesible cuando el dispositivo está apoyado sobre una mesa. Este sensor, de reducido tamaño, responde de forma realmente rápida: es necesario pulsarlo para proceder a la identificación cuando la pantalla está apagada, pero responde con sólo posar el dedo cuando está encendida.

Sólo echamos de menos una característica en lo que a su diseño se refiere: la habitual resistencia al agua que han incorporado los smartphones estrella de la japonesa durante los últimos años. Se puede considerar, y con razón, una ausencia importante.

La cámara del Xperia X ofrece algo por lo que pocos han apostado este año: una resolución de 23 pulgadas. Gracias a ella, es posible capturar imágenes de mayor tamaño. Este sensor, además, es bastante grande (1/2,3 pulgadas) y posee una luminosidad de f2.0. Destaca por un par de características de software en las que merece la pena detenerse. Una de ellas es la presencia de un enfoque automático que predice el movimiento de los sujetos y objetos que aparecen en pantalla, de tal manera que es capaz de ajustar la velocidad de disparo para que las imágenes siempre salgan enfocadas. Se trata de una funcionalidad activada por defecto que es muy útil, por ejemplo, para fotografiar a niños o mascotas, que tienden a moverse mucho. Realmente funciona, con especial mención a las ocasiones en las que el movimiento no es muy rápido, no hay muchos elementos y se sitúan a varios metros de distancia. También es muy útil durante la grabación de vídeos, que realiza con calidad Full HD y una estabilización excelente. Sin duda, uno de los mejores modelos en este aspecto.

Una cuestión destacada es que Sony permite configurar el disparador de la cámara para que, con el terminal bloqueado, se abra la aplicación y, seguidamente, realice una fotografía o comience la grabación de un vídeo. En ambas tareas invierte menos de un segundo, sin duda, algo práctico cuando se desea tomar una fotografía inesperada. Sin embargo, el procesado de las imágenes no es tan rápido y se puede apreciar un retraso desde que se captura la imagen hasta que aparece la previsualización. En cuanto a los resultados, son bastante satisfactorios. Con el modo automático se consiguen capturas bien expuestas y colores realistas, detalladas y con la posibilidad de aplicar un interesante nivel de zoom. Su punto débil está en las escenas nocturnas, en las que aparece algo de ruido.

Lo mejor y lo peor

Lo mejor:

- Pantalla

- Enfoque predictivo

- Rendimiento

Lo peor:

- Batería

- No es resistente al agua

La que brilla con luz propia es la cámara frontal y no sólo por su resolución (13 megapíxeles) o su angular de 22 mm, que permite abrir más el campo de visión. También es la primera vez en la que este elemento cuenta con un sensor Exmor RS para baja luminosidad, que hasta ahora estaba reservado para las cámaras traseras de los modelos de la japonesa, y que consigue selfies bien iluminados en prácticamente cualquier situación. Aquí sí se nota la diferencia.

La competencia

- iPhone 6s

- Samsung Galaxy S7

- Huawei P9

- LG G5

- HTC 10

El tercer y último elemento en el que hace foco la firma es la batería integrada en el Xperia X; un componente con luces y sombras. Entre sus aspectos positivos destaca el conocido y muy eficiente modo de ahorro de energía del que suele dotar Sony a sus dispositivos, llamado Stamina. Su objetivo es aumentar la autonomía, para lo que desactiva algunas funciones que se utilizan en segundo plano. En esta ocasión hay un modo aún más contundente denominado Ultra Stamina, que transforma el smartphone en un dispositivo sólo para llamar, acceder a los contactos y enviar mensajes. Por otro lado, incorpora una función llamada Qnovo, un sistema de carga que analiza el estado de la batería y adapta la corriente eléctrica con el objetivo de alargar su vida útil. Es un beneficio a largo plazo así que, por el momento, no ha sido posible comprobar su eficacia.

Además, es compatible con la carga rápida QuickCharge 3.0 de Qualcomm, aunque (y aquí empiezan los ‘peros’) no viene con el cargador compatible de serie, por lo que para disfrutar de esta prestación es preciso realizar un desembolso adicional. Sin duda el aspecto más débil es la capacidad de la batería, de 2.620 mAh, justa al compararla con terminales de la competencia en la misma franja de precio, y que no se acerca ni mucho menos a los dos días de autonomía que establece Sony. La realidad es que su autonomía en uso real se queda en un día, lo que por otra parte es lo habitual.

Notas y veredicto

Calidad-precio: ***

Diseño: ****

Innovación:***

Manejo: *****

Extras: ****

Veredicto:

  • Rotundamente bueno
  • Recomendable
  • Neutro
  • Más bien negativo
  • Muy negativo

No termina de entenderse la apuesta de Sony por un procesador como el Qualcomm Snapdragon 650 que, en especificaciones, se sitúa claramente por debajo del Snapdragon 820 que incorpora el LG G5, el Exynos 8890 de Samsung o el Kirin 950 de Huawei. A pesar de esto, la sorpresa llega al utilizarlo y comprobar que funciona de forma óptima, sin retrasos y con fluidez absoluta, incluso en los juegos.

Gran parte de esta buena experiencia de uso se debe a la capa que instala Sony sobre Android 6.0. Es muy sutil, con temas personalizados y algunos ajustes en las notificaciones y la configuración. Además, tiene muy pocas aplicaciones preinstaladas adicionales a las de Google, aunque entre ellas habría que destacar las relacionadas con la reproducción multimedia. Lo raro es que, con tan poco software, la memoria interna disponible desde el primer momento se reduce desde los 32 Gb hasta alrededor de 20 Gb. Menos mal que hay espacio para una tarjeta de memoria.

Las sensaciones con el Sony Xperia X son encontradas. El funcionamiento general es bueno, el acabado es magnífico y la cámara muestra un funcionamiento destacado. Aquí compite con los mejores. En cambio, hay características como su autonomía, los píxeles de su pantalla o el procesador seleccionado, que se sitúan por debajo de sus competidores; por lo menos, los que se encuentran en el mismo rango de precio. En definitiva, se trata de un teléfono estupendo, pero cuesta 629 euros.

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