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De asesor de campaña de Obama a gurú de innovación

Henry De Sio aconseja a los jóvenes estar preparados para dirigir el cambio en una sociedad donde todos serán líderes

Beatriz Guillén
El miembro del grupo de líderes en innovación de Ashoka, Henry F. De Sio.
El miembro del grupo de líderes en innovación de Ashoka, Henry F. De Sio. Carlos Rosillo

Cuando salió después de tres años de la Casa Blanca, Henry De Sio (Lynwood, California, 1962) tuvo la sensación de que era entonces cuando de verdad empezaba todo. Aunque su historia comienza antes, en marzo de 2007, cuando entra en contacto con un senador de Illinois (EE UU) para ser su jefe de operaciones en la campaña presidencial. El camino a la cima política de Barack Obama fue posible gracias al trabajo de “mentes innovadoras e inteligentes miradas”. De Sio era una de ellas. “Las cosas empezaron a pasar muy rápido en la campaña. Empezamos a crecer muy rápido y tuvimos que empezar a construir ya en pleno vuelo, unos se dedicaban a las alas, otros a las ruedas. Cada uno era su propio jefe. Era un sistema donde cada uno era un líder”. En 2008 ganaron las elecciones y De Sio se convirtió en asesor político, pero no olvidó la lección. “Vi la gran diferencia entre el sistema vertical al que estábamos acostumbrados, donde una persona manda sobre el resto, y el nuevo juego, donde todos están en el mismo escalón de negocio, donde no hay nadie más pequeño ni más grande, donde todos aportan el talento y el trabajo”, explica con vehemencia en una entrevista en el Impact Hub de Madrid, rodeado de mensajes de motivación.

Este nuevo sistema se fundamenta en cuatro claves que De Sio repite sin parar, seguidas: mente innovadora, vocación de servicio, espíritu emprendedor y perspectiva colaborativa. Siempre en ese orden, de carrerilla. Es su receta para el éxito. “Después de mi tiempo en la Casa Blanca, salí al mundo y me di cuenta de que dependemos de esas cualidades para cambiar las cosas. Había que combinar esta definición con las herramientas adecuadas”. De Sio habla de Twitter, de Youtube, de los blogs, de las aplicaciones en el móvil y de las plataformas de colaboración, las herramientas que no existían hace 30 años y que son “claves para nuestro desarrollo individual y grupal, porque nos ayudan a trabajar juntos, a conducir el mundo hacia el cambio”.

Vi la diferencia entre el sistema vertical actual donde una persona manda sobre el resto y el nuevo juego, donde todos son líderes

Después de los planteamientos generales, de Sio concreta su proyecto: estas herramientas son necesarias porque permiten que todo el mundo tenga toda la información a su alcance, una información que le ayuda a su vez a tomar decisiones, a formar decisiones y, después, a ser líder. Siempre con la visión innovadora, de servicio, emprendedora y colaborativa. Entonces sí, los individuos se convierten en changemakers (los que construyen el cambio). Aquí entra en juego otro eslogan: “Everything you change changes everything”. “Todo lo que cambias cambia todo”. Es con el lema con el que lidera la estrategia de cambio de paradigma de Ashoka, una organización sin ánimo de lucro que promueve el emprendimiento social.

Para este innovador se han acabado los compartimentos estancos, hay que basarse en el trabajo en equipo, en el equipo de equipos. Ya no hay desafíos o problemas que correspondan solo a un departamento, sino que todos —todos convertidos en líderes— trabajan para solucionar el futuro común. Esto no quiere decir que no haya coordinadores o gestores del proyecto, concreta de Sio. “Hay reglas y todo el mundo las conoce, pero en un mundo que cambia a cada segundo y que crece tan rápido hay que aprender la habilidad de autoregularse”.

El papel clave de los jóvenes

En el momento justo en el que de Sio volvía a la sociedad se daba cuenta también de que para que triunfara ese nuevo juego que él había imaginado necesitaba a gente dispuesta a cambiarlo todo. "Los jóvenes. Son ellos quienes deben de estar preparados para liderar el cambio".

Cuando dos paredes se caen, la gente que está en medio tiene que empezar a buscar nuevas soluciones: ahí es cuando la innovación ocurre 

"Hay probablemente tres o cuatro cosas necesarias que tiene que saber para adaptarse al nuevo juego", prosigue. La primera, según De Sio, es la empatía. "En un mundo en el que la colaboración y la interacción es necesaria para tener éxito, la empatía cobra un valor esencial". La segunda es, de nuevo, el trabajo en equipo: "Aprender a solucionar problemas juntos". Y el último y más importante, también de nuevo, el liderazgo. "En un sistema donde todo el mundo es líder, todo el mundo tiene que contribuir. Eso es lo esencial que tienen que aprender en sus primeros años, desde la escuela, que tienen que saber trabajar en grupo, ser líderes y utilizar todo eso para crear un mundo mejor".

¿Pero están los sistemas educativos preparados para enseñar este cambio de mentalidad? "Lo estarán porque son una parte esencial para conseguirlo". La tecnología, señala De Sio, va a ayudar con esta transformación porque ha logrado que las herramientas necesarias para ser líder "ya no estén disponibles solo para unos pocos, sino que sean globales".

Este exasesor de campaña no pone fecha concreta a cuándo empezará a funcionar este nuevo modelo, pero tiene claro que con cada cambio que ocurre nace un nuevo brote de innovación: "Cuando dos paredes se caen, la gente que está en medio tiene que empezar a buscar nuevas soluciones: ahí es cuando la innovación ocurre. Nosotros estamos ahora entre esas dos paredes". 

Sobre la firma

Beatriz Guillén
Redactora de EL PAÍS en México. Trabaja en la mesa digital y suele cubrir temas sociales. Antes estaba en la sección de Materia, especializada en temas de Tecnología. Es graduada en Periodismo por la Universidad de Valencia y Máster de Periodismo en EL PAÍS. Vive en Ciudad de México.

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