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QUÉ PASÓ CON... Teknoland

Éxito y fracaso de una de las 'puntocom' pioneras en España

Seis años después de la quiebra, los accionistas de la consultora están inmersos en nuevos proyectos

Teknoland nació en 1985. Fue una de las primeras empresas de Internet en aparecer en España. Comenzó con éxito y creando escuela y pronto se convirtió en un ejemplo en el sector para todos. Un sueño que se rompió en 2002 aunque los creadores de Teknoland siguen creando nuevos negocios. Uno de sus fundadores, Luis Cifuentes, está volcado en la fundación Bip Bip (Bits Inspiring People), especializada en el acercamiento de las nuevas tecnologías a los colectivos desfavorecidos.

"Seguimos creando empleo y con nuevos proyectos, todos somos emprendedores", señala Cifuentes que añade: "no fuimos los culpables de la burbuja.com". Cifuentes sigue confíando en la Red. "Soy un firme creyente", afirma.

Antes de volcarse en la fundación Bip Bip, Cifuentes puso en marcha una empresa que empezó diseñando páginas en Internet. Que creció y se metió en el campo de la consultoría y que llegó a realizar productos propios de medicina, música o arte. Aunque el ambiente 'cool' de Teknoland terminó en los tribunales. Pasó de ser una empresa cuyo líder decía que sus empleados no eran tales, sino "teknolandeses", a convertirse en una de las mayores empresas del sector de Internet, creciendo desenfrenadamente, que quebró en 2001.

Su historia tiene un momento clave: cuando faltaba muy poco para que la burbuja tecnológica estallase, en 1999, Terra entró en su capital con un 25% de la participación y con la promesa de comprar el resto.

En aquellos momentos, todo gasto parecía necesario, y la empresa abrió filiales en varios países, aumentó su lista de empleados, compró a otras empresas… Después sufrió. Con la caída mundial en las bolsas de las empresas tecnológicas, en la primavera de 2000, la situación financiera de la empresa se volvió insostenible.

Teknoland atravesaba una profunda crisis financiera y los accionistas de la consultora Luis Cifuentes, David Cantolla, Jesús Suárez y Colman López, suspendieron pagos el 16 de febrero de 2001 con un pasivo de 12,02 millones de euros, e interpusieron una demanda de 51 millones a Terra, que compró en 1999 el 25% de la compañía y se comprometió a adquirir el resto si sus accionistas se lo pedían. Terra fue condenada en 2002 a pagar 20,5 millones de euros a los cuatro accionistas de Teknoland.

Así terminó la historia de una de las puntocom pioneras en España aunque sus creadores vuelven a asomarse con fuerza y con otros proyectos a la Red. Es el caso de Cifuentes al frente de Bip Bip y de otros proyectos de desarrollo de software con éxito en el mercado.

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