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¿RIP por RIM?

"Estamos al comienzo, todavía no hay ni mil millones de 'smartphones' en el mundo. Está todo por hacer”, dice el vicepresidente de la empresa en España.

El bache por el que atraviesa RIM es serio y quizás irreversible. El valor de la acción se desplomó ayer a los 9,4 dólares, a nivel de 2003. En menos de año y medio su acción ha caído un 84% y el nuevo jefe, el alemán Thorsten Heins, que sustituyó hace seis meses a los fundadores Jim Balsillie y Mike Lazaridis, ha sido incapaz de detener la sangría.

En EEUU el iPhone y los teléfonos Android han reducido drásticamente la cuota de mercado de BlackBerry en smartphones: del 30% en enero del 2011 al 11% actual, según comScore. A nivel mundial, BlackBerry ha caído al cuarto puesto con solo un 6% de cuota.

Nick McQuire, director de investigación de IDC en Europa, cree que la firma atraviesa el periodo más crítico de su historia aunque también se está exagerando. “Es cierto que cada vez más empresas en EE UU dejan elegir a sus empleados el móvil que prefieren utilizar, y la mayoría se ha pasado a iOS o Android, pero en Europa muchas compañías aún sigue con BlackBerry. Además, han atraído a un buen número de jóvenes con su servicio de mensajería. Aún no está todo dicho”.

La firma canadiense contrató recientemente a los bancos JP Morgan y Royal Bank of Canada para analizar las opciones de enderezar la situación. El movimiento disparó los rumores de una posible venta. Eduardo Fernández, vicepresidente de RIM en España, prefiere no dar detalles al respecto y apunta que se trata simplemente de “estudiar nuevas oportunidades de negocio y ver cómo afrontarlas”. Según McQuire, la venta se estaría barajando como una opción más pero cree que, de producirse, no sería el momento adecuado. “Compañías como Microsoft podrían estar interesadas, pero RIM sería mucho más valiosa dentro de unos meses si logra demostrar una estrategia solvente a futuro”.

Esa estrategia pasa por la próxima versión de su sistema operativo, BlackBerry 10. Su estreno se esperaba para antes de Navidad por lo que el retraso a 2013 podría suponer un golpe definitivo para la compañía.

El nuevo sistema traerá novedades interesantes, como un teclado virtual con interfaz predictivo licenciado a la compañía SwiftKey, la posibilidad de seleccionar imágenes justo antes o después de tomar una foto o la sincronización con televisores conectados. Sin embargo, salvo la tableta PlayBook, ninguno de los teléfonos BlackBerry anteriores podrá actualizarse al nuevo sistema, algo que podría enfadar a los clientes y enviarlos directos a la competencia.

“Cuando haces un salto tan grande de sistema es imposible que funcione con todo lo anterior. Pero ocurre en todas las plataformas, no deberían enfadarse más que los clientes de la competencia”, dice Fernández. El primer objetivo de RIM con el cambio será mantener contentos a sus más de 80 millones de suscriptores a nivel mundial aunque, según McQuire, lo realmente difícil será aumentar esa cifra.

Los malos resultados de ayer, los despidos y el retraso de BlackBerry 10, se unen a la decisión de la compañía de dejar de fabricar la tableta PlayBook de 16 gigas de memoria. Quedarán solo los modelos de 32 y 64 gigas. No es que los consumidores se hayan matado por ellos (se han vendido un millón de unidades desde abril de 2011, frente a 32 millones de iPad en 2011), pero la decisión hunde a RIM aún más en la incertidumbre.

En el sector la lectura es clara: a casi nadie le gusta el PlayBook, ni rebajado. El modelo costaba 219 euros, 50 menos que el superior. La visión de RIM es diferente. “Tras ajustar los precios hemos visto que la gente optaba directamente por los de más memoria. Nos movemos siempre por las preferencias de los consumidores”, explica Fernández. Y añade: “hay muchos retos por delante, pero seguimos teniendo la mayor base de clientes de empresa en toda Europa”.

Con iOS y Android acaparando el 82% del mercado de smartphones, la duda es si realmente hay espacio para un sistema operativo más. Microsoft y Nokia competirán este año con RIM por el tercer puesto. Para Eduardo Fernández todavía no hay nada decidido. “Si fuera un sector maduro, sí, solo habría hueco para uno o dos. Pero estamos al comienzo, todavía no hay ni 1.000 millones de smartphones en el mundo. Está todo por hacer”.

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