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El yate de Jobs, botado un año después de su muerte

La viuda y sus tres hijos visitaron el barco, diseñado por Starck

El Venus, encargado por Steve Jobs.
El Venus, encargado por Steve Jobs.

Como el cofundador de Microsoft (Paul Allen), como el cofundador de Oracle (Larry Ellison) o como el cofundador de Google (Larry Page), también Steve Jobs quería su barco, pero no llegó a verlo. Su viuda y sus tres hijos, sí.

En Abril, Apple negó que estuviera trabajando en algún producto con el diseñador Philippe Starck. Cierto, no era Apple, sino Jobs quien lo estaba proyectando personalmente. Si Jobs tenía su propio avión –que se lo regaló la empresa y que luego Jobs le cobraba el alquiler cuando viajaba por motivos profesionales- también estaba diseñando su propio yate.

El barco se ha construido en los astilleros holandeses de Aalsmeer por la firma Feadship, la misma que ha trabajado para Henry Ford, Malcom Forbes, Emilio Azkárraga o Roman Abramovich, entre otros multimillonarios.

Aunque, como es normal en el mundo Apple, no hay confirmación de una noticia ajena a la empresa, ya en la biografía escrita por Walter Isaacson se reconocía que Jobs estaba diseñando un barco, aunque tenía dudas con su diseño interior: “Sé que es posible que muera y le deje a Laurene (su mujer) con el barco a medias”, le contaba a su biógrafo. “Pero me tengo que mantener en acción. Si no lo hago estaría admitiendo que voy a morir”.

El sitio web The Verge ha publicado el primer vídeo de Venus, saliendo de sus astilleros. Con 80 metros de largo, el bautizado Venus, diosa del amor y la belleza, no destaca por sus dimensiones, pues no entrará en la lista de los más grandes del mundo, pero probablemente destaque por el diseño de sus interior, dada la obsesión de Jobs por la estética y funcionalidad de aparatos y mobiliario. La única foto del interior que ha trascendido muestra en el puesto de mando una hilera de siete pantalla, naturalmente de la marca de la manzana.

La eslora del barco es la mitad que la del Eclipse, el mayor yate particular del mundo, propiedad del dueño del Chelsea, Roman Abramovich, y donde le cabría no ya toda su plantilla de futbolistas, sino también el mismo campo de fútbol para entrenarse. También le supera ampliamente Octopus, (126 metros de largo), de Paul Allen, cofundador de Microsoft, también su amigo Larry Ellison –que compartía con Jobs la circunstancia de tener padres adoptados- le superaba con su Rising Sun (138 metros, con helipuerto y pista de baloncesto), pero hace un año que el dueño de Oracle se lo cambió por Musashi (88 metros) más manejable, y también diseñado por Feadship.

Tampoco Starck es exclusivo de Jobs, pues coincide con Larry Page, quien se compró un yate de segunda mano (45 millones de dólares) enteramente diseñado por él, según publicó Daily Mail. 

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