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Shield, la sorpresa en forma de consola

El fabricante de chips Nvidia presenta un sistema de videojuegos portátil con Android

Videoconsola Shield de Nvidia.
Videoconsola Shield de Nvidia.

Cuando el sector parecía muerto a manos de los móviles, Nvidia, segundo fabricante de chips para móviles y tabletas por detrás de Qualcomm ha dado una de las grandes sorpresas de la feria. El diseño, justo es decirlo, dista bastante de ser elegante, pero quizá sí sea cómodo. Shield es el nombre de una consola portátil con forma de mando de las domésticas, voluminoso y lleno de botones. Cómo les gusta a los gamers.

En la parte superior del mando se esconde la pantalla táctil de cinco pulgadas y alta definición. El aparato, robusto, funciona con uno de sus procesadores más avanzados, el Tegra 4, pero con, nada menos, que 72 núcleos. El mando-consola se conecta a través de wifi para acceder a contenidos, es decir, prescinde del cartucho. Al encenderse no da esa sensación pero lo que le hace funcionar esta máquina es Android, una versión adaptada donde las aplicaciones pasan a un segundo plano para priorizar los juegos.

Los contenidos se obtendrán a través de Internet. Durante la presentación se mostró una partida a un clásico de velocidad y acción, Need for Speed Most Wanted, de Electronic Arts. El negocio para los desarrolladores de juegos estará ahí, en abrir sus plataformas para que a cambio de una pequeña comisión o pago por acceso mensual, como se hace en Steam. Esto abriría la puerta a una distribución mucho más barata para los creadores y cómoda para los consumidores. Así se garantizan el acceso a los grandes títulos sin demora.

Apostar por Android como sistema de videojuegos no es nuevo. OUYA, un prototipo nacido en Kickstarter y que está en desarrollo gracias a las aportaciones personales, tiene previsto comenzar a distribuirse en marzo. No es portátil, pero sí mínima, cuesta menos de 200 euros y funciona, así mismo, con Android. Ha servido para crear cierto movimiento.

En el propio Kickstarter, donde, justo es decirlo, muchos productos solo sirven para llamar la atención pero no terminan de llevarse a cabo, la semana pasada irrumpió una prototipo de consola metida dentro del mando, como Shield. Mucho más modesta, con aire retro. Se llama GameStick.

Shield se enfrenta, además de a los móviles y tabletas más avanzados, con PS Vita de Sony (220 euros) y Nintendo 3DS (180 euros), ambas con más de un año en el mercado y sin terminar de despegar. Nvidia no las teme. En el blog de la empresa hacen una polémica declaración de intenciones: “Haremos dinero vendiendo consolas a los jugones”. Al tiempo que niegan que vayan a venderlo por debajo de su coste, algo que planea sobre los modelos de Sony y Nintendo cuyo beneficio comienza al vender más de dos títulos. Eso sí, Nvidia no da el precio. Tampoco fecha concreta de estreno.

Entre sus aspectos más interesantes está la inclusión de puerto USB, HDMI, salida para auriculares y ranura para tarjetas de memoria MicroSD. De la batería, uno de los puntos flacos de estos aparatos, solo se sabe que durará entre cinco y diez horas. Quizá una definición demasiado vaga para tanta potencia.

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