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Un bar ya prohíbe las gafas de Google

Los propietarios del establecimiento norteamericano alegan que invade la privacidad de sus clientela

Prohibido entrar con gafas. Al menos e-gafas. Un bar norteamericano ha sido el primero en tomar esta medida, incluso antes de que se pongan a la venta las Glass de Google, pero su iniciativa sin duda va a ser imitada no solo por bares, sino también por cines, teatros y espectáculos en general.

El bar de Seattle 5 Point Cafe, "alcohólicos sirviendo a alcohólicos desde 1929", se ha marcado un tanto propagandístico con la prohibición, pero ha planteado una cuestión que más pronto que tarde se planteará en muchos locales, y no solo de borrachines.

Las gafas con memoria, conexión a Internet, realidad aumentada... son una amenaza a la copia de contenidos mucho mayor que los móviles y las cámaras de vídeo, como machaconamente advierten de su prohibición en espectáculos públicos. Además, estas gafas, a diferencia de las cámaras de vídeo o incluso los smartphones, carecen de alguna luz roja que alerte de la grabación y son absolutamente silenciosas, como se veía en su vídeo de demostración.

Aunque de momento estas e-gafas no van graduadas, es cuestión de tiempo de que también lo estén con lo que se creará una colisión de derechos entre la admisión al local, la privacidad o drechos de propiedad (por ejemplo, en los museos) y el derecho a portar un accesorio imprescindible para la correcta visión.

El aviso fue colocado en la página del bar en Facebook. "En parte fue una broma, pero en parte no", explicó el propietario del bar -que abre 24 horas cada día del año- en una entrevista a una emisora de radio local. "No quiero que entre gente con unas gafas y grabe a gente que no quiere ser grabada y el cliente se vea pocos días después en un vídeo en Internet". El dueño Dave Meinert recuerda que su local se encuentra cerca de la sede de Amazon y que no está en contra de las nuevas tecnologías, pero fuera de su local.

Las Glass de Google en estos momento se encuentran en fase de promoción y buscando desarrolladores que creen aplicaciones para el accesorio, aunque el cofundador de Google Sergey Brin se ha paseado con ellas por las calles de Nueva York.

Se calcula que no saldrán a la venta antes de final de año. A todas estas, un portavoz de Google se ha limitado a responder que el producto, como todos, tendrá sus detractores.

 

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