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Pasos y consejos para comprar acciones de Twitter a título personal

La red social de micromensajes comienza a cotizar el jueves en la Bolsa de Nueva York

David Fernández

Twitter es el estreno bursátil más esperado de este año en el mundo tecnológico. La red social debutará el jueves en el parqué de la Bolsa de Nueva York, tras los problemas técnicos que sufrió Facebook en su salida han descartado cotizar en el mercado tecnológico Nasdaq. Muchos inversores particulares seguro que se preguntan cómo pueden comprar acciones de la compañía estadounidense antes del debut. Y la respuesta es que no lo tienen fácil. Por varias razones. La primera es el número limitado de la oferta: solo se pondrán a la venta 70 millones de títulos. Este paquete, además, se dirigirá principalmente a inversores institucionales (fondos de inversión, fondos de pensiones, family offices de grandes fortunas…) y solo un porcentaje reducido de la oferta se pondrá a disposición de los pequeños ahorradores (alrededor del 20% teniendo en cuenta colocaciones similares de los últimos años). De todas formas, no conviene perder la esperanza ya que hay algunas vías de participar en la compañía. Repasemos esas opciones.

La demanda de títulos de Twitter está siendo muy elevada. La empresa del pajarito se ha rodeado de lo más granado de Wall Street para colocar los títulos (Goldman Sachs, Morgan Stanley, JPMorgan, Merrill Lynch y Deutsche Bank) y el apetito de la comunidad inversora ha demostrado ser alto. Esto explica que se haya podido elevar la banda inicial de precios de las acciones, pasándose de una banda inicial que iba de 17 a 20 dólares por acción a la actual que oscila entre los 23 y los 25 dólares. El miércoles, un día antes del estreno, se fija el precio definitivo.

Para optar a adquirir acciones se antoja fundamental tener vinculación con alguno de los brókers estadounidenses que suelen tener acuerdos comerciales con los bancos de inversión que participan en la operación, gracias a los cuales tienen reservadas acciones de las colocaciones más esperadas. Estos brókers son TD Ameritrade, Charles Schwab o Fidelity, entre otros. Para un inversor particular esta consulta se puede hacer online entrando en las páginas webs de estos intermediarios.

Otra opción, para aquellos ahorradores más acaudalados, es contactar con su entidad de banca privada y consultar qué posibilidades existen para comprar acciones. Una tercera vía es comprar participaciones de algún fondo de inversión tecnológico registrado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que pueda optar, dado su tamaño y gestión profesional, a formar parte de la OPV.

El inversor debe tener en cuenta que no es necesario comprar acciones en el mercado primario para vincular su dinero al futuro de Twitter. El mismo día del estreno ya se podrán adquirir títulos en el mercado secundario con la facilidad de que ahora un ahorrador puede comprar acciones de Coca Cola, Microsoft o ExxonMobil. Esta opción tiene además la ventaja de que se podrá observar cómo recibe el mercado el papel que emite Twitter. En el caso de Facebook, aquel que hubiera optado por comprar acciones en el secundario acertó de pleno: las acciones de la compañía de Mark Zuckerberg empezaron a cotizar a 38 dólares, llegaron a hundirse hasta el nivel de los 17,7 y les costó recuperar el precio de la OPV 14 meses (ahora ya valen más de 49 dólares).

Twitter aún no ha ganado dinero y está por ver que lo haga a medio plazo

Hechas todas estas consideraciones técnicas acerca de cómo comprar, el inversor debería pensarse primero si debe comprar acciones de Twitter. Lo primero que hay que hacer es consultar el folleto de salida a Bolsa que la empresa ha registrado en el supervisor bursátil y valorar los pros y los contras de apostar sus ahorros en una empresa que tiene una gran popularidad (más de 230 millones de usuarios activos en todo el mundo), pero que todavía debe demostrar que cuenta con un modelo de negocio que le lleve a la rentabilidad. Twitter aún no ha ganado dinero y está por ver que lo haga a medio plazo. La ausencia de beneficios quiere decir que no habrá dividendos que distribuir y que la única vía de rentabilidad para el inversor será la potenciar revalorización de las acciones.

Fidelity es una de las mayores gestoras de fondos de inversión de todo el mundo (maneja activos por valor de 190.000 millones de euros). Thomas Balk, su máximo responsable fuera de EE UU, estuvo recientemente en Madrid y esta era su opinión sobre Twitter: “Creo que cualquier compañía debe generar beneficios. Invertir en una empresa que tiene un modelo de negocio, pero todavía no ha sido capaz de generar beneficios es una apuesta arriesgada. En general, este tipo de sociedades en sus fases iniciales tienen el soporte financiero del capital riesgo, pero por el mercado en general”, advertía. Teniendo en cuenta el riesgo asociado a este tipo de compañías, Balk es partidario de que las Bolsas exijan un número mínimo de años de beneficios antes de empezar a cotizar. “Eso me hace preguntarme ¿para qué necesitan cotizar empresas sin beneficios? Facebook o Linkedin tienen éxito pero hay que recordar la burbuja tecnológica cuando muchas empresas que, no es que tuvieran beneficios, es que apenas tenían ingresos, salieron a Bolsa. En se momento la irracionalidad era tal que cuanto más rápido gastaban el dinero, mayor era su valoración. Por lo tanto, siempre soy bastante cauto en recomendar invertir en empresas en unas fases de su desarrollo tan tempranas. Quizás su vía de financiación natural sea el capital riesgo, pero para el público en general sería un poco más cauto”.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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