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Nexus 5 cumple con las mejores expectativas

Probamos el móvil de Google, que estrena Android 4.4 y que destaca por la potencia

Vídeo: LUIS ALMODÓVAR / ROSA J.C.

Nexus 5 ha llegado a nuestras manos unos días antes de su entrega a los consumidores. La prueba, uso y funcionamiento del nuevo móvil de Google ha cumplido con las expectativas levantadas cuando se anunció el último día de octubre.

No hubo secretos en la presentación. Todas las filtraciones dieron en el clavo. Nexus 5 está fabricado por LG, aunque apenas se percibe. De hecho, parece un móvil sin marca y sin demasiado signos distintivos, muy neutro. El verdadero potencial está en el interior. El Nexus 5 presume de procesador, Qualcomm Snapdragon de cuatro núcleos, el mismo que los LG G2 y Sony Xperia Z1, pero con un precio mucho más interesante. Se puede tener el último procesador a un precio alejado de los más de 600 euros de los citados anteriormente o los 699 del iPhone 5S.

Esta potencia se hace patente al abrir Google Maps o editar una película con escenas grabadas con el móvil. Incluso si se abren dos vídeos en Youtube, uno ampliado y otro en miniatura. En dos días de uso no ha pedido ni una sola vez que se revise el número de procesos abiertos.

La pantalla ha pasado de 4,7 a cinco pulgadas. Lo importante no es tanto el tamaño como la definición, a 1080 píxeles por pulgada. Mejora tanto el contraste y paleta de colores como en la profundidad. Se lee, ven películas o vídeos sin esfuerzo.

El punto flaco está en la batería, 2.400 mAh, más que el modelo Nexus 4, que se quedaba en 2.100, pero lejos de los 3.000 que ofrecen tanto Xperia Z1 como G2.

No hay un solo programa que no sea de Google. La instalación es de Android limpio, aunque sí toma una decisión que puede resultar incómoda. Hangouts, el equivalente a Skype, se convierte en el programa de mensajería por defecto. Desde ahí se gestionan los mensajes SMS, mezclados con los chats de escritorio y tableta. Si se quiere Skype, hay que descargárselo.

Google Now!, el buscador intuitivo que pretende adivinar qué se quiere, no se limita a dar los resultados del equipo de fútbol favorito o el momento en que hay que salir de casa para llegar a tiempo al trabajo. Ahora lo hace desde donde se esté a la siguiente cita de la agenda, avisa de cumpleaños, de si el blog que se suele leer tiene nuevo contenido o del próximo capítulo de la serie sobre la que se han buscado datos. Para unos puede ser invasivo, para otros, muy útil. Ah, y ya entiende español hablado sin demasiados errores

La cámara de fotos, foco de quejas en el modelo anterior, mantiene los megapíxeles, ocho, la misma cantidad que el último iPhone, pero mejora el funcionamiento. Incluyen el modo HDR (alto rango dinámico), muy de moda para conseguir un mejor resultados en lugar con fuertes contrastes e interiores. El modo macro, para comidas, insectos o detalles de texturas, también se defiende con facilidad. La cámara frontal gana en definición y presenta un tono de colores más naturales, sobre todo en tonos de cara.

El modelo de 16 gigas cuesta 349 euros. El de 32, 399. Agotado en ambos casos y con un plazo de entrega de entre dos o tres semanas. No hay ningún móvil con este procesador y dos gigas de RAM por debajo de 500 euros.

Se trata de un aparato alejado del circuito comercial habitual. Se compra solo a través de la tienda de Google y no hay demasiada publicidad sobre el mismo. El beneficio no viene de la venta, sino que está pensado para mostrar las bondades de Android 4.4 en todo su esplendor en un aparato hecho a medida para este software. Se pretende mostrar el camino o servir de inspiración para el resto de fabricantes.

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