Las mismas características que el Z1, pero en versión compacta. Sony presenta su nuevo modelo de cabecera con una apuesta alejada de los phablets. El fabricante japonés, basándose en estudios de mercado y usabilidad, considera que el tamaño adecuado de pantalla es de 4,3 pulgadas y así lo muestra en el recién presentado Xperia Z1 Compact, en cuatro colores: blanco, negro, lima y rosa.
La novedad no es tal si se tiene en cuenta que ya se vende en Japón, con gran éxito, bajo el nombre Xperia Z1 F. Para Europa y EEUU han querido alejarse de la etiqueta “mini”, por considerar que hace referencia a características inferiores, y han optado por Compact, para indicar que es exactamente igual que el Z1, salvo en el tamaño y dos detalles más, el ángulo de visión de la pantalla, que se amplía, y la capacidad de la batería, que se queda en 2.300 mAh.
Lo más interesante, además del procesador Qualcomm de cuatro núcleos y la cámara de 20 megapíxeles, está en su resistencia a golpes, caídas y capaz de sumergirse igual que su hermano mayor.
No se puede sacar la batería, lógico para poder mantener las características de resistencia, pero sí ampliar la memoria de 16 gigas con tarjetas MicroSD. La conexión, como viene siendo habitual en la firma, es tanto wifi como 4G.
Sony pretende conquistar tanto a los usuarios de iPhone como a los que se han cansado de los Android que no caben en el bolsillo. Una de sus armas reside en un programa, Xperia Transfer, para pasar de un móvil a otro contactos, fotos, vídeos y mensajes con un cable. El terminal llegará a España poco antes de la primavera aunque se desconoce el precio.
