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Las redes sociales burlan la censura en Tailandia

De momento, los golpistas no han cerrado Internet ni las comunicaciones telefónicas

"Mañana repetiremos la protesta, queremos que sea pacífica. Lo vamos a difundir por Twitter y Facebook", afirma un tailandés entre un corro de periodistas que siguen en Bangkok el golpe de Estado.

David, el pseudónimo de este manifestante, actúa con cautela, sabe que los militares han detenido a varios disidentes y han llamado a declarar en los cuarteles a decenas de académicos y políticos, incluida la ex primera ministra Yingluck Shinawatra.

La junta militar, que usurpó el poder al Gobierno civil en un golpe de Estado incruento el 22 de mayo, mantiene censuradas la televisión y la radio, incluida la emisión de canales internacionales como BBC y CNN.

Sin embargo, a diferencia de otros regímenes militares donde las primeros pasos son expulsar a los corresponsales y poner una mordaza a Internet, en Tailandia los periodistas extranjeros aún informan sin cortapisas y los comentarios críticos y a favor de la asonada fluyen en las redes sociales.

"Quiero un Gobierno elegido en las urnas", "por favor, ayuden a Tailandia" o "¿Cómo puede Tailandia tener estabilidad con tantos golpes de Estado?", son algunos de los mensajes que se pueden leer en Twitter.

Internet y los teléfonos móviles también fueron decisivos en las protestas de la "revolución azafrán" en Birmania (Myanmar) en 2007 y en la "primavera árabe", que extendió la rebelión civil en el norte de África y Oriente Próximo con ayuda de las redes sociales.

Aunque los líderes de los "camisas rojas", seguidores del Gobierno depuesto por los militares, se encuentran retenidos, el colectivo se mantiene activo en la red, desde donde critican al jefe del Ejército y líder de la junta militar, Prayuth Chan-ocha.

"¿Dónde está la justicia? La primera ministra elegida por el pueblo no puede cambiar un cargo, pero los militares sí pueden sustituir al jefe de la Policía con la velocidad del trueno", afirma en Facebook la Alianza contra la Dictadura y para la Democracia (UDD), nombre oficial de los "camisas rojas".

Los activistas se refieren a que el Tribunal Constitucional forzó la dimisión de Yingluck hace tres semanas por el traslado de una alto funcionario que consideró "inconstitucional", mientras que el Ejército defenestró a toda la cúpula de la Policía el fin de semana pasado.

El jefe del Ejército afirmó ayer que vigilarán las redes sociales y advirtió a los agitadores que serán juzgados de acuerdo con la estricta ley marcial declarada el 20 de mayo.

Desde el fin de la monarquía absolutista en 1932, el país ha vivido 19 pronunciamientos militares, de los que 12 tuvieron éxito, incluido el del pasado jueves.

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