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Privacidad en nuestro móvil, ¿hasta dónde?

El fundador de Telegram toma partido por Apple en el conflicto abierto con el FBI sobre el acceso a los datos del iPhone del asesino de San Bernardino

El fundador de Telegram, Pavel Durov, durante su intervención en el Mobile World Congress de Barcelona, el 23 de febrero de 2016.
El fundador de Telegram, Pavel Durov, durante su intervención en el Mobile World Congress de Barcelona, el 23 de febrero de 2016.Albert Gea (REUTERS)

La defensa de la privacidad es uno de los ejes del pensamiento de Pavel Durov, creador de la aplicación de mensajería instantánea Telegram. Y eso es lo que le ha vuelto a situar, una vez más, en el centro del debate. Como la mayor parte de la industria tecnológica, Durov es de los que han tomado partido por Apple en su enfrentamiento con el FBI, que quiere tener acceso a la información del iPhone del tirador que en diciembre del año pasado causó una matanza en San Bernardino.

Para Apple, otorgar ese acceso supone violar esa privacidad de la que la firma de Cupertino quiere hacer una seña de identidad. “Apoyo a Tim Cook”, dice Durov, que esta semana participó en el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona. “Soy uno de los millones de usuarios de sus teléfonos. Me preocupa ver lo fácil que sería acceder a cualquier teléfono si se cambiase el software tal y como piden las autoridades”.

Para Apple, otorgar ese acceso supone violar esa privacidad de la que la firma de Cuppertino quiere hacer una seña de identidad. “Apoyo a Tim Cook”, dice Durov

Pável Durov (San Petersburgo, 1984) es una de las personas más buscadas por los medios desde los atentados de París. A su aplicación se le acusa de ser el medio de comunicación de los criminales, también de los simpatizantes del ISIS. Él considera que no se ha profundizado lo suficiente en esta cuestión: “No es razonable culpar a una aplicación de un acto terrorista. Es como culpar a un fabricante de martillos. Se usan para hacer muebles, casas de madera, refugios, pero algunos los pueden usar para matar en lugar de construir. ¿Tiene la culpa el que hace el martillo? Nos preocupa que lo usen terroristas, por supuesto. Nos esforzamos por eliminar la propaganda. Queremos que Telegram se use para hacer el bien”.

Durov, que viste de negro y se carda el flequillo, ha conseguido que su aplicación de mensajería alcance ya los 100 millones de usuarios activos. Una cantidad que puede parecer menor si se compara con los mil millones con que cuenta WhatsApp, pero muy respetable si se tiene en cuenta que carece de inversores. “Se mantiene con mis ahorros”, afirma. “No es nuestra prioridad ser rentables, sino crecer. Su fortuna personal se estima en 70 millones de euros, pero, a primera vista, nadie lo diría: vive ligero de equipaje, sin lujos, cambiando de apartamento cada dos o tres meses.

"No es razonable culpar a una aplicación de un acto terrorista. Es como culpar a un fabricante de martillos", dice Pavel Durov

Su reacción justo después de los atentados de París molestó a la clase política del mundo occidental, a la que acusó, en su muro de Facebook, de ser un freno para el progreso. Durov matiza ahora sus palabras, pero no frena su pragmatismo: “No soy radical, mi argumento es sencillo. Mi lógica dice que en la era digital los procesos deben descentralizarse, dejar que se relacionen individuos y negocios, confiando mutuamente. Mi punto de vista es que la economía compartida es un buen ejemplo. Muchos gobiernos solo quieren recaudar y frenar el progreso. Estoy en contra de los impuestos y los grandes gobiernos. Por ejemplo, no entiendo cómo puede ser que no haya Uber durante el MWC. Es algo que no tiene sentido”.

Telegram, conocida en España por ser la aplicación favorita de los miembros de Podemos, nació a partir de la propia necesidad de Durov de comunicarse de forma segura a través del móvil. En la primavera de 2013 las autoridades rusas allanaron su hogar en busca de datos sobre algunos de los usuarios de VKontakte, la red social de su creación, equivalente a Facebook en Rusia. Su hermano Nikolai Durov (San Petersburgo), al que se considera una eminencia matemática, se encargó de crear un sistema de encriptación al que los expertos se refieren como una fortaleza.

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