Pragmatismo y datos
Hay que conseguir que las nuevas políticas no se basen en las presunciones, la ideología o simplemente la arrogancia
Hay que conseguir que las nuevas políticas no se basen en las presunciones, la ideología o simplemente la arrogancia
El mayor logro del nuevo programa económico es enviar a los acreedores el mensaje de que el país quiere pagar su deuda. Si se logra una menor monetización del déficit, quizás sea posible estabilizar la economía
El 79% de los latinoamericanos cree que se gobierna solo a favor de los poderosos
Seguir con el mercado de trabajo que tenemos y pretender crecer con equidad es hacerse trampas al solitario
Nuestro elevado —y creciente— nivel de desigualdad tiene su origen en el equilibrio pre-distributivo
En España crecemos por acumulación de factores, pero no porque los combinemos de forma efectiva
Veinte años después la revolución bolivariana, en términos económicos y sociales, es un colosal fracaso
Los éxitos en la lucha contra la desigualdad se han frenado. El país no se recupera de la mayor crisis económica de su historia
Si el pragmatismo se impone a la ideología, la recuperación económica puede ser muy rápida; de lo contrario, los costes serán elevados. No hay que lamentar las oportunidades perdidas, sino apreciar las consecuencias de las aprovechadas
El problema no es solo la pobreza, sino el tipo de pobreza y dónde vive el que la padece
El problema de la economía española no es de diagnóstico: lo tenemos, sabemos qué hay que hacer. El problema es que ya no puede retrasarse el comienzo de unas reformas que no serán indoloras
No es inteligente satanizar a las entidades financieras españolas porque no prestan más. Su solvencia es una ventaja competitiva que no hay que poner en riesgo. Contra la crisis hay otros recursos
Brasil ha logrado un espectacular despegue de su economía, la confianza del capital internacional y un protagonismo creciente de sus empresas en el mundo