Leila
Viajo de manera insensata, leo de forma suicida y siento pánico, aunque también euforia (quizá no pueda darse una cosa sin la otra) cada vez que me subo a un tren o me embarco en un libro
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.
Viajo de manera insensata, leo de forma suicida y siento pánico, aunque también euforia (quizá no pueda darse una cosa sin la otra) cada vez que me subo a un tren o me embarco en un libro
El amigo imaginario es invisible y te puedes comunicar con él por telepatía, de manera que suele pasar inadvertido. Yo tuve uno del que mi familia no llegó a saber nada
De camino a la consulta de mi terapeuta, vi caer a un bebé desde la terraza de un sexto piso. Corrí a salvarle y cuando lo tuve entre mis brazos me di cuenta de que se trataba de un muñeco hiperreal
Cada época, desde el principio de los tiempos, ha tenido sus proveedores de normalidad, en función de los excesos que fuera preciso normalizar
¿Quién había entrado en el sueño de quién? ¿Quién en la vida o en la muerte del otro?
El viudo reciente avisó a sus hijos de que pasaría la Nochebuena solo. Me prepararé una tortilla y me acostaré pronto, les dijo, no estoy para fiestas
Geopolítica, personajes, debates, citas... tendencias e incógnitas del año que viene
La hija levanta la vista y nuestras miradas se cruzan. Me dice, con un gesto, que la memoria se le va y se le viene. Luego se enfrenta al padre, le pregunta: ¿Quién soy yo?
Un amigo que hace 30 años se acostó con una mujer imaginó que se había quedado embarazada y asistió en su fantasía al crecimiento del niño
Mientras me afeitaba, al poco de despertar, me asaltó la idea de que yo no era yo, sino una simulación de mí mismo producida por alguna inteligencia artificial con fines que no se me alcanzaban
El mundo siempre ha sido un poco hostil, pero hay temporadas en las que la agresividad alcanza niveles del todo indeseables
En el metro, a mi lado, iba sentada una muñeca hinchable a la que pedí perdón, en nombre de España y de la humanidad
La vida está llena de pequeños misterios a los que, si prestáramos más atención, calificaríamos de extraordinarios
Al poco de comenzar el concurso, me pareció distinguir a mis hijos muy lejos, al otro lado de las cámaras, al otro lado de la vida, y tuve la certeza de que estaba muerto