¡Ya está bien!
Si la carta de Sánchez es solo la confesión de un mortal que duda, funciona. Y si es la estrategia de un presidente que llama a la resistencia frente a las derechas, también es eficaz
Si la carta de Sánchez es solo la confesión de un mortal que duda, funciona. Y si es la estrategia de un presidente que llama a la resistencia frente a las derechas, también es eficaz
Las derechas han creído desde el siglo XIX que el Gobierno les pertenece, que los presidentes de izquierdas son una anomalía y que lo natural es que gobiernen los conservadores