Siete días de locura informática

Cientos de juegos, la posibilidad de poder volar, intercambio de opiniones con especialistas. Este lunes ha comenzado la décima edición de la Campus Party. Un evento que reúne a miles de internautas. Este año, 5.700 personas acuden con su ordenador a la Feria de Muestras de Valencia. Siete días delante de la pantalla.

Anoche, Stephen Hawking saludó por videoconferencia a los participantes que, a partir de las 10.00 horas de ayer, han ido entrando en la recinto valenciano. Cargados con ordenadores, juegos, discos duros, y tiendas de campañas miles de personas pasarán siete días pegados a la pantalla.

"La inscripción cuesta 145 euros con pensión completa, te puedes alquilar un ordenador o traer el tuyo. Te puedes descargar de todo". José Javier Jiménez repite por segundo año en la Campus Party. Electricista, de Zaragoza, se ha apuntado como colaborador. Es de los primeros en entrar, hacia las diez de la mañana.

Los participantes lo hacen dos horas más tarde. Tras montar su tienda de campaña en uno de los parkings interiores de la Feria de Muestras va a una de las zona reservada a las máquinas. Monta su ordenador, se conecta y lo primero que hace es saludar por el messenger a varios amigos. Como él, poco a poco, miles de personas van ocupando los sitios vacíos de las mesas. "El año pasado tardabas veinte segundos en descargarte una película.

"Yo al cuarto día no sabía qué más bajarme. Hay gente invitada por el Campus que son bibliotecas humanas, tienen de todo, se vienen con dos cpu y miles de datos". Jiménez, de 20 años, recalca que lo único que no le gusta de la fiesta informática son "las duchas, hay muy pocas para todo el mundo. Una guarrada. Yo el año pasado me tuve que ir a casa de una amigo". La velocidad con la que pueden navegar, un ancho de banda de 3,7 Gb, los miles campuseros es 3.700 veces más alta que la se utiliza normalmente. Por la mañana, en algunas zonas del pabellón, hubo pequeños problemas de conexión a Internet.

Naciones Unidas

Aunque no sólo los participantes acuden para bajarse juegos, películas en un tiempo récord. La organización ha programado talleres de uso de uso de software para astronomía, de seguimiento de satélites artificiales. Hay otra zona, Campus Experience, dónde se impartan talleres a colectivos marginales.

Campus Party colabora este año con la Organización de Naciones Unidas. Los participantes podrán crear un videojuego cuyo tema sea por ejemplo, promover la igualdad de géneros y la autonomía de la mujer. Éstas últimas sí se ven bastante en esta edición, la participantes más joven es una niña de once años de Alcásser, aunque la mayoría son hombres. "Yo es la primera vez que vengo. Soy profesora de música y me he apuntado para ver que era esto. Estoy en la zona de software libre. Me he apuntado a un taller. Quiero crear una página web. Me ha sorprendido esto. La gente pone encima de la mesa discos duros como si fueran paquetes de tabaco. Discos que pueden almacenar una cantidad de datos increíble", cuenta Paz Peralta.

Gema Sauquillo señala que sí que hay chicas en la Campus, más que el año pasado. Valenciana de 20 años años, quiere estudiar diseño gráfico y se ha apuntado a un taller de animación: "Me quedo toda la semana, dormiré poco aunque me gusta. Estoy aquí y me olvido de todo lo demás". Hacia las dos de la tarde seguían entrando cientos de personas en el pabellón con mochilas y ordenadores. Por delante, siete días de locura informática.